Archive for agosto, 2011

NO SEAS CHAFA

domingo, agosto 21st, 2011

http://hijosguate.blogspot.com/

Chafa: Apócope de chafarote. Dícese de militar, mal hecho,

falso, gacho, artificial, doble, adulterado, ilegítimo, plagiado y plagiador,

copiado o mal copiado, impostor, inventado, engañoso, falaz, objeto sin identidad propia,

abusador, que utiliza la fuerza en lugar de la razón, fraudulento.

 

Para muchos de los y las jóvenes que hace más de una decada continuamos la lucha por la memoria, la verdad y la justicia, resulta indescriptible la sensación que nos provoca la apertura jurídica a algunos casos que por años estancados, empiezan a caminar y a concretizar una de las demandas más importante para nuestra identidad. Esto ha sido gracias a la perseverancia de muchos y muchas, pero sobre todo a la perseverancia de las comunidades que apesar de la violencia cotidiana, la continuidad del despojo y la represión, hoy en un nuevo contexto económico liberal, nunca renunciaron a la consigna del “Justicia por Genocidio”.

 

Sin embargo no deja de causar indignación que tras los juicios a militares responsables se desvanece el hecho que el Genocidio fue el medio para el control y pacificación1 de nuestros bienes naturales y pueblos. Nos conmueve y da rabia cada desalojo, cada sin tierra, cada sin techo, cada niño o niña hambriento, a quienes se les niega la palabra en un sistema económico que se adecúa con sus aracterísticas perversas y de avaricia.

 

Para nosotros como H.I.J.O.S. este nuevo teatro electoral sólo da vigencia y legitimidad al gran proyecto del capital nacional y extranjero que avanza frente a los desposeídos y olvidados. Nuestro voto sera Nulo o la Abstención, para presidenciables y diputaciones. No obstante confiamos en las propuestas para alcanzar el poder local (municipalidades) construidas desde los concensos y luchas comunitarias, organizadas en diferentes partidos políticos, éstos vistos como un medio para el avance de sus luchas en defensa del territorio y autonomía. Porque NO hay proyecto nacional que garantice el rompimiento con las cadenas internacionales de explotación y la concreción de la necesaria “Nueva Independencia” de nuestra Guatemala y América.

 

El ascenso del militarismo en Guatemala no se detendrá con “nuestro voto por el menos peor” ya que responde a una lógica de capital imperialista, por la disputa hegemónica de nuestros territorios ante el avence de la lucha de nuestros pueblos.

 

Por ello lanzamos esta ofensiva para denunciar que detrás de las formulas duras, populistas y reaccioarias, para los guatemaltecos y guatemaltecas no hay nada que elegir en estas elecciones porque TODOS SON CHAFAS. No Seas Chafa, es una ofensiva que nos llama a desaprender y decosntruir nuestras prácticas diaras de opresión, a desmilitarizarnos en cada acción de poder, este es un llamado a la vida, a deschafarnos, para avanzar como humanidad, hombre y mujer.

 

Este es un llamado a la humanidad, a la memoria y a la verdad, No Seas Chafa, pensá, bailá, soñá, pintá, gritá, creá, construí, cantá, escribí, jugá, estudiá, luchá, cuestioná, reí, amá y desaprende.

 

Según decreto de la memoria 1-2011 votar por chafas en estas elecciones causa serios daños a la salud.

 

Hijos e Hijas por al Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio, HIJOS Guatemala.

A 40 días del fallecimiento de nuestro maestro y compañero Alfonso Bauer Paiz,

por su legado de rebeldía y antiimperialismo.

1Refiere a la reducción, concentración y sometimiento de población.

 


Dispara – Dispara (2007)

viernes, agosto 19th, 2011

Banda de florida, punk de nivel

01. Intro
02. Legalize Cannabis
03. Who do You Pay?
04. Cliche for Change
05. Otro Inmigrante Muerto
06. The Fight
07. Don’t Believe the Lies
08. Under this Bridge
09. Anti-Todo (Eskorbuto)
10. Big Hands (Crass)

Descargar : http://www.mediafire.com/?0a7w4y0s1seps1d

 

En tiempo de elecciones . . . Errico Malatesta

martes, agosto 16th, 2011

 

LUIS. – ¡Buen vino es éste, amigo! CARLOS. – Psch, no es malo… pero si es caro.

LUIS. – ¿Caro? ¡Seguramente! Con tanto impuesto y con tantas contribuciones como se pagan al gobierno y al municipio, el litro viene a costar el doble de lo debido. ¡Y si fuese tan solo el vino! El pan, la carne, la casa, todo cuesta un ojo de la cara; y si el trabajo falta no se puede pagar ni aún lo más necesario. En fin, que no hay modo de poder vivir.

Sin embargo todo el mal viene de nosotros mismos. Si nosotros quisiéramos, todo se podría remediar.

Precisamente, ahora es la ocasión para poner manos a la obra.

CARLOS. – ¿Sí? Veamos, veamos cómo.

LUIS. – Es una cosa muy sencilla. ¿Eres elector?

CARLOS.- Sí, lo soy; pero como si no lo fuera, porque no he de votar.

LUIS. – He ahí el mal. ¡Y después nos lamentamos! ¿No comprendes que tú mismo eres tu propio asesino y el de tu familia? Tú eres uno de tantos que por su indolencia y su rebajamiento merecen la miseria en que yacen. Y todavía es poco. Tú…

CARLOS. – Bueno, bueno, no te sobresaltes. A mí me gusta razonar y no quiero más que ser convencido. ¿Pero qué conseguiría si fuese a votar?

LUIS. – ¡Como! ¿Qué necesidad hay de razonar tanto? ¿Quienes hacen las leyes? ¿No son los diputados y los ministros? Así, pues si eligiéramos buenos diputados y buenos concejales, habría buenos ministros y buenos municipios y, por consecuencia, serían mejores las leyes, se rebajarían las contribuciones, se suprimirían impuestos tan odiosos como el de consumo, seria protegido el trabajo, y, por ende, la miseria en que vivimos no seria tan espantosa.

CARLOS. – ¡Buenos diputados, buenos ministros y buenos concejales! ¡Bonito canto de sirena! Se necesita estar sordo y ciego para no comprender que todos son lo mismo. Como tú, hablan todos los que tienen necesidad de ser elegidos. Todos buenos, todos democráticos; nos pasan la mano por el lomo, llaman a nuestras compañeras para saludarlas, a nuestros niños para besarlos; nos prometen ferrocarriles, puentes, agua potable, trabajo, pan a buen precio, protección del Estado… todo lo que se quiera. Y después, si te he visto no me acuerdo. Una vez elegidos, adiós promesas. Nuestras compañeras y nuestros hijos pueden morirse de hambre; nuestro país puede verse asolado por las fiebres y toda clase de calamidades; el trabajo se paraliza y pan falta para la mayor parte, y el hambre, la miseria, hacen estragos por doquier. ¡Pero qué! El diputado no se ocupa para nada de nuestros desastres. Para estas cosas está la policía. Para otro año se reanudará la burla. Por el momento, pasada la fiesta, engañado el santo. ¿Y sabes? El partido político, el color político, nada importa; todos, todos son iguales. La única diferencia es que los unos se nos presentan cínicamente como son, mientras que los otros nos llevan con su charla adonde quieren, haciéndose pagar banquetes y otras zarandajas.

LUIS. – Perfectamente; más, ¿por qué elegir los burgueses? ¿No sabes que los burgueses viven del trabajo de los demás? ¿Y como quieres que piensen en hacer el bien del pueblo? Si el pueblo fuera libre, se habría concluido la cucaña política para esos caballeros del bien vivir. Verdad es que si quisieran trabajar estarían aún mejor, pero esto no lo entienden; no piensan más que en sacar cuanto pueden la sangre del pobre pueblo.

CARLOS. – ¡Oh! Ahora si que empiezas a hablar bien. Solamente los burgueses o los que quieren ser diputados para llegar a ser burgueses, se ocupan de los burgueses.

LUIS. – Pues bien, evitemos esto. Nombremos diputados a los amigos probados, consecuentes, diputados populares, y así estaremos seguros de no ser engañados.

CARLOS. – ¡Eh, alto! No hay tantos de esos amigos probados. Pero ya que eres curioso nombremos, nombremos esos diputados ¡como si tú y yo pudiéramos nombrar a quien mejor nos pareciera!

LUIS. – ¿Tú y yo? No se trata únicamente de nosotros dos. Es cierto, certísimo, que nosotros dos nada podemos hacer; pero si cualquiera de nosotros se esforzase por convertir a los demás, y éstos procedieran como nosotros, pronto contaríamos con la mayoría de los electores y podríamos elegir el diputado que mejor nos pareciera. Y si lo que nosotros hiciéramos aquí lo hicieran en los demás colegios electorales, llegaríamos a tener de nuestra parte la mayoría del parlamento, y entonces…

CARLOS. – Y entonces vuelta a la cucaña política para los que fueran al parlamento… ¿no es verdad?

LUIS. – Pero…

CARLOS. – ¿Pero me tomas como cosa de juego? ¡Que mal vas! No parece sino que ya cuentas con la mayoría y todo lo arreglas a tu antojo.

La mayoría, amigo, la tienen siempre los que mandan, la tienen siempre los ricos. Ahí tienes un pobre diablo, un labrador con su mujer enferma y cinco hijos chiquitillos; anda y persuádele que debe sufrir los rigores de la miseria, de que debe consentir en verse en medio de la vía pública como un perro vagabundo, no sólo él sino también los suyos, por el placer de dar el voto a quien no sea del gusto del burgués. Anda y convence a todos los que el burgués puede hacer morir de hambre cuando le plazca. Desengáñate: el pobre nunca es libre; y por tanto no sabría por quien votar. Y si supiera y pudiera, aun tendría necesidad de votar a sus señores. Así tendrían estos lo que desean, y buenas noches. Lo mismo en el campo que en la ciudad, el trabajador es esclavo del que manda o del que más tiene. En nuestros villorrios, en nuestras aldeas, en los más reducidos lugares, el cacique es dueño y señor de todos los electores. Un simple alcalde de barrio tiene más poder en una aldea que un banquero en la ciudad. La sola presencia de un representante de la tiranía, se lleva por delante a todos los electores habidos y por haber.

Por desgracia, nuestros compañeros del campo se ven obligados a votar por quien manda el cacique, o el alcalde, o el que le presta a un interés usurario algún dinero.

En las poblaciones grandes o pequeñas, el obrero industrial esta totalmente supeditado al fabricante, al maestro; y cuando no al médico, o al abogado, al notario, al casero, hasta al tendero de aceite y vinagre. Ved y diles que voten, y contestarán que desgraciadamente han de votar, quieran que no, por quien les manden.

¡Pobre del que se atreve a tener opiniones propias!

LUIS. – Sin duda la cosa no es fácil. Se necesita trabajar, propagar para hacer comprender al pueblo cuáles son sus derechos y animarle a afrontar la ira de los burgueses. Necesitamos unirnos, organizarnos para impedir a los burgueses que coarten la libertad de los trabajadores, arrojándoles a la calle cuando no siguen sus consejos.

CARLOS. – ¿Y todo esto para votar por Don Fulano o Don Mengano? ¡Qué simple eres! Si, todo lo que dices debemos hacerlo, pero de un modo muy distinto: debemos hacerlo para que el pueblo comprenda que cuanto hay en el mundo es suyo y se le roba; y que por tanto tiene el derecho, y si se quiere hasta la fuerza, de arrebatarlo, y de arrebatarlo o recuperarlo por sí mismo, sin esperar gracias de nadie.

LUIS. – Pero, en fin, ¿cómo hacerlo? Alguno ha de dirigir al pueblo, organizar las fuerzas sociales, administrar justicia y garantizar la seguridad publica.

CARLOS. – No, no. Nada de eso.

LUIS. – ¿Y como entonces? ¡El pueblo es tan ignorante!

CARLOS. – ¿Ignorante? El pueblo lo es, en verdad, porque si no lo fuera, pronto enviaría a paseo toda la jerigonza gubernamental. Pero yo creo que tus propios intereses te lo harán pronto comprender. Si dejáramos al pueblo obrar por su cuenta, arreglaría sus cosas mejor que todos los ganapanes que, con el pretexto de gobernarlo, lo explotan y tratan como a una bestia.

Es curioso lo que te ocurre con esta historieta de la ignorancia popular. Cuando se trata de dejar al pueblo que haga lo mejor que le parezca, dices que no tiene capacidad ninguna; cuando, por el contrario, se trata de hacerle nombrar diputados, entonces se le reconoce ya una cierta capacidad… y si nombra alguno de los nuestros, entonces se le atribuye una sapiencia estupenda…

¿No es cien veces más fácil administrar cada uno por si mismo lo que le pertenezca, que encontrar uno que sea capaz de hacerlo por otro? No sólo, en este último caso, se necesita conocer cómo había de hacerse todo para juzgar la idea del que se escogiese, sino también saber discernir la sinceridad, el talento y las demás cualidades del que solicitase nuestros votos. ¿Y si el diputado quisiera servir sinceramente nuestros intereses, no debería preguntar por nuestra opinión, indagar nuestros deseos, acatar nuestras decisiones? Y entonces, ¿por qué dar a nadie el derecho de obrar a su antojo y de engañarnos y traicionarnos si bien lo juzga?

LUIS. – Pero como los hombres no pueden hacerlo todo por si mismos, como no sirven para todo, de aquí la necesidad de que alguno cuide de la cosa pública y arregle los asuntos de la política.

CARLOS. – Yo no sé qué es lo que tú entiendes por política. Si entiendes que es el arte de engañar al pueblo y robarlo haciéndole gritar lo menos posible, persuádete de que haríamos nosotros mismos otra cosa. Si por política entiendes el interés general, y el modo de hacerlo todo de acuerdo con la mayor ventaja para cada uno, entonces es una cosa de la que debemos ocuparnos y entender todos, como todos, por ejemplo, sabemos acudir a la mesa de un café sin incomodarnos los unos con los otros, divirtiéndonos sin molestia para nadie. ¡Que diantre! No parece sino que hasta para sonarnos habríamos de necesitar un especialista y darle por añadidura el derecho de arrancarnos la nariz, si no nos sonábamos a su gusto.

Por lo demás, se comprende que el zapato debe hacerlo el zapatero y la casa el albañil. Pero nadie sueña en dar al zapatero y al albañil el derecho de gobernarse, administrarse… Pero volvamos al asunto. ¿Qué han hecho en favor del pueblo los que han ido y van al parlamento y al municipio para hacer el bien general? ¿Y, aún los mismos socialistas, se han mostrado mejores que los demás? Nada, lo que te he dicho, todos son iguales.

LUIS. – ¿También la emprendes con los socialistas? ¿Qué quieres que hagamos, si verdaderamente no podemos hacer nada? Somos pocos, y aunque en algún municipio tengamos mayoría, estamos completamente sitiados por las leyes y la influencia de la burguesía que nos ata de pies y manos.

CARLOS. – ¿Y por qué vais entonces a votar? ¿Por qué insistís, si no podéis hacer nada? Será porque los elegidos podrán hacer algo para si mismos, en su provecho propio. LUIS. – Dispensa un momento: ¿eres anarquista?

CARLOS. – ¿Qué te importa lo que soy? Escucha lo que digo, que si ves que mis argumentos son buenos, apruébalos, si no, combátelos y trata de convencerme. Si, soy anarquista, ¿y que?

LUIS. – ¡Oh, nada! Yo tengo mucho gusto en discutir contigo. También yo soy socialista, pero no anarquista, porque me parece que tus ideas son demasiado avanzadas. Mas, comprendo que en muchas cosa tienes razón. Si hubiera sabido que eras anarquista, no te hubiera dicho que por medio de las elecciones y del parlamento puede obtenerse el bien deseado, porque mientras seamos pobres, serán siempre los ricos los que confeccionen las leyes, y las harán siempre en provecho propio.

CARLOS. – ¡Pero tu eres, entonces, un embaucador!

LUIS. – ¡Cómo!

CARLOS. – ¿Sabes la verdad y predicas la mentira? Cuando no sabías que yo era anarquista, decías que eligiendo buenos diputados y buenos concejales se convertiría la tierra en un verdadero paraíso; ahora que ya sabes lo que soy y que no puede engañárseme en un dos por tres, dices que con el parlamentarismo nada se puede conseguir. ¿Por qué entonces, quebrarse la cabeza con la propaganda de las elecciones? ¿O es que te pagan para engañar a los infelices trabajadores? Sin embargo, yo sé que eres un buen obrero, que eres de los que viven a fuerza de mucho esfuerzo. ¿Por qué, entonces, engañas a tus compañeros haciéndoles que favorezcan los intereses de cualquier renegado, que con la excusa del socialismo lo que busca es darse tono de señor, de gran señor, de gran burgués?

LUIS. – No, no, amigo mío. No me juzgues tan mal. Si yo procuro que los obreros voten, es en interés de la propaganda solamente. ¿No comprendes cuántas ventajas tiene para nosotros el que haya alguno de los nuestros en el parlamento? Puede hacer la propaganda mejor que cualquier otro, porque viaja como le parece y sin que la policía le estorbe mucho; además, cuando habla en la cámara, todo el mundo se ocupa de las ideas socialistas y las discute. ¿No es esto propaganda? ¿No vamos ganando siempre algo?

CARLOS. – ¡Y para propagar te conviertes en agente electoral!; ¡Bella propaganda la tuya! Anda, ve y dile a la gente que todo han de esperarlo del parlamento, que la revolución no conduce a nada, que el obrero no tiene otra cosa que hacer más que depositar un pedazo de papel en la urna y esperar con la boca abierta a que caiga el maná del cielo. ¡Bonita, magnifica, sublime propaganda!

LUIS. – Tienes razón, pero ¡que hacerle! ¿Cómo decir a los trabajadores que no se puede esperar nada del parlamento, que los diputados para nada sirven, y propagarles luego que deben votar? Dirían que los tomábamos como juguetes.

CARLOS. – Bien sé que se necesita algo para decidir a la gente a que vote y elija diputados. Y no sólo se necesita hacer algo, sino también prometer mucho que no se ha de poder cumplir; se necesita hacer la corte a los señores, ser benévolo con el gobierno, encender una vela a san Miguel y otra al diablo, y burlarse de todos. Si no, no se es elegido. ¿Y a que me vienes a hablar de propaganda, si todo lo que hacéis es contrario completamente a ella?

LUIS. – No digo que no tengas razón, mas, en fin, ven conmigo que es siempre ventaja tener alguno de los nuestros que pueda levantar la voz en la Cámara, y defender las ideas de emancipación del proletariado.

CARLOS. – ¿Una ventaja? Para ellos y aún para alguno de sus amigos, no digo que no. Más para la masa general del pueblo, de ningún modo. ¡Si por lo menos no fuese esto ya evidente hasta la saciedad! Allá va un año tras otro en que hemos sido bastante necios para mandar al parlamento diputados socialistas. Los hay en la Cámara francesa, los hay en la italiana, los hay en la alemana, en la española y en la argentina, en número bastante crecido y ¿que hemos obtenido? Que los unos se hagan monárquicos, los otros se alíen con los republicanos, y nadie se ocupe de los intereses populares. ¡Pobres obreros republicanos! Creen hacer un gran bien y no reparan en que son miserablemente engañados. Volviendo a nuestro primer asunto, esto es, a lo que hemos obtenido con el nombramiento de diputados socialistas, resulta que éstos eran perseguidos y tratados como malhechores cuando decían la verdad, y hoy son muy estimados de los grandes señores, y el ministro y el consejero les tienden la mano. Y si son condenados es por cuestiones puramente burguesas que nada tienen que ver con la causa del obrero y, por tanto, no tienen excusa. Todos son perros de una misma raza, o como suele decirse, los mismos perros con distintos collares, que acaban siempre por ponerse de acuerdo para roer el hueso popular, para acabar con la sangre del pueblo. ¡No tengas cuidado, que semejantes personajes expongan sus pechos en un movimiento revolucionario!

LUIS. – Eres demasiado severo. Los hombres son hombres y necesariamente, hay que disculpar sus debilidades. Por lo demás, ¿qué se puede decir si los que hemos nombrado hasta ahora, no han sabido cumplir con su deber, o no han tenido valor suficiente para cumplirlo? ¿Quién dijo que elijamos siempre los mismos? Nombremos pues otros mejores.

CARLOS. – ¡Ya! Y así el partido socialista vendrá a convertirse en una fábrica de embaucadores. ¿Crees tú que no hemos tenido ya bastantes traidores? ¿O es que hay que colocar a los demás en situación de que lo sean? En fin, ¿crees o no crees que el que al molino va, en la harina se le conoce? El que se mezcla con los burgueses, le toma gusto a vivir sin trabajar. Cuanta más gente pase por el poder, tanta más se corromperá. Aunque pasase alguno que tuviera bastante buen temple para no corromperse, seria lo mismo, porque amando la causa popular, no podría oponerse a la propaganda con la esperanza de ser útil más tarde.

Yo creo firmemente en la sinceridad del que, diciéndose socialista, corre todos los riesgos, se expone a perder su jornal, a ser perseguido y encarcelado. En cambio, me inspiran poca confianza los que hacen del socialismo un oficio, que nada hacen que pueda comprometerles, que buscan la popularidad huyendo del peligro, esto es, que saben nadar y guardar la ropa, como suele decirse gráficamente. Me parece que son como los curas, que predican para su santo negocio.

LUIS. – Traspasas el límite de lo racional, amigo mío, porque entre los que has insultado, están los que han trabajado y sufrido por la causa común, están los que tienen un pasado…

CARLOS. – No vengas ahora a romperme la cabeza con el pasado. El mismo Crispi ha sido en otros tiempos revolucionario, ha expuesto la piel y ha sufrido como tantos otros. ¿Vamos por esto a respetarlo ahora que se ha convertido en un reaccionario, en un tiranuelo de los más repugnantes?

Esos individuos de quienes hablas son los mismos que deshonran y mancillan su propio pasado, y en nombre de ese mismo pasado podemos condenarlos porque han renegado de él. En todas partes hay ejemplos de lo que digo: la mayor parte de los pro hombres republicanos de la republicana Francia han sido más o menos revolucionarios en otros tiempos, y hoy son unos doctrinarios de la peor estofa. Hay en el partido conservador ingles quien ha llegado en otras épocas hasta a aceptar el programa de la Internacional. En España, no sólo Castelar y Salmerón, sino también Sagasta y Cánovas, entre muchos republicanos y monárquicos, fueron, quien más quien menos, revolucionarios decididos, y hoy todos se avienen con las ideas y procedimientos más retrógrados, explotando al pueblo desde el poder unos, engañándolo desde la oposición otros.

LUIS. – Bueno, hombre, no se como he de convencerte. Vaya enhoramala el parlamentarismo, pero has de convenir que en cuanto al municipio ya es otra cosa. Aquí es más fácil obtener mayoría y hacer el bien del pueblo.

CARLOS. – ¡Pero si tú mismo has dicho que los concejales están atados de pies y manos y que al fin y a la postre, tanto en la Cámara como en el municipio, son siempre los ricos los que mandan! Por lo demás, ya hemos visto bastantes ejemplos. En la vecina ciudad lo mismo que cualquiera, han ido los socialistas al ayuntamiento y, ¿sabes lo que han hecho? Habían prometido suprimir el impuesto de consumos y facilitar los medios para que los niños pudieran ir cómodamente a la escuela desde el pueblo a la ciudad, y nada han hecho. Y después, cuando el pueblo murmura, aquellos señores socialistas hablan en sus mismos periódicos del «eterno descontento», como pudieran hacerlo los mismos representantes de la autoridad y de la burguesía. Además, cuando van al municipio, no tienen dónde caerse muertos, y luego se procuran buenas colocaciones para sí y sus parientes, de modo que puedan vivir sin trabajar, y luego dicen que quieren hacer el bien del pueblo.

LUIS. – ¡Pero esas son calumnias!

CARLOS. – Admitamos que hay algo de calumnioso, ¿y lo que yo he visto con mis propios ojos? Dicen que cuando el río suena agua lleva, y en esta ocasión no puede ser más cierto; lo cual perjudica en gran modo al partido socialista. El socialismo, que debiera ser la esperanza y el consuelo del pueblo, de la clase trabajadora, se hace objeto de sus maldiciones cuando se halla en el poder, en el parlamento o en el municipio. ¿Aún dirás que esta es propaganda propiamente dicha?

LUIS. – ¡No seas así! Si no estas satisfecho de los que nos representan, nombremos otros; la culpa la tienen siempre los electores, porque son los burgueses los que nombran a los que quieren.

CARLOS. – ¡Y dale! ¿Hablo con una piedra o con quien hablo? Sí, señor, si, la culpa la tienen los electores y los no electores, porque debieran prescindir de los parlamentos y de los municipios, como cosa completamente inútil para el bien del pueblo. Farsa por farsa, debemos quedarnos sin ninguna. El parlamento, las diputaciones y los municipios, son farsas que nos cuestan muy caras y que para nada sirven. Y tú, que no ignoras que aquellos de los nuestros que van al parlamento, a la diputación o al municipio, conviértanse o no en embaucadores, nada pueden hacer por la clase trabajadora, salvo echarle tierra en los ojos para mayor tranquilidad de los señores; tú debes esforzarte para destruir esa estúpida fe en el sufragio.

La causa fundamental de la miseria y de todos los males sociales es la propiedad individual (a causa de la cual el hombre no puede producir sino aceptando las condiciones que le imponga el que monopoliza la tierra y los instrumentos del trabajo) y el gobierno, el cual defiende a los explotadores y explota por su propia cuenta.

Y los burgueses, antes que dejen que se ponga la mano sobre estas dos instituciones: la propiedad y el gobierno, las defenderán a todo trance. Engañan, mistifican y pervierten todo, y cuando esto no basta, a la prisión, al destierro y hasta al cadalso apelan contra nosotros. ¡Si quieres mejor elección! Nosotros queremos la revolución; una revolución completa que no deje la menor memoria de la infamia actual. Se necesita declararlo todo, tierra e instrumentos de trabajo, propiedad común; se necesita, es preciso que todos tengamos pan, casa y vestidos; es indispensable que los campesinos supriman al burgués y cultiven la tierra por su propia cuenta y la de sus compañeros de trabajo; que el obrero industrial prescinda también del burgués que le explota, y organice la producción en beneficio general; y, además, es muy necesario no volverse acordar del gobierno, no dar poder a nadie y hacer cada uno todas las cosas por si mismos. Cada cual se entenderá dentro de un municipio o pueblo con sus compañeros de oficio y con todos los que tengan necesidad de entenderse en los pueblos más cercanos. Los municipios se entenderán unos con otros; los comarcas con las comarcas, las regiones con las regiones también. Los de un mismo oficio en diferentes localidades se entenderán entre si, y así se llegará al acuerdo general, y se llegará ciertamente porque en ello va el interés de todos. Entonces, no nos veremos como el perro y el gato, no estaremos en guerra permanente, no pereceremos en manos de una concurrencia infame. Las máquinas ya no serán de utilidad exclusiva de los burgueses ni servirán para dejar sin trabajo y sin pan a la mayor parte de los nuestros, de los que producen y están siempre condenados a la esclavitud y a la miseria; pero servirán en cambio, para hacer el trabajo menos pesado, más útil y más ventajoso para todos. No habrá ya tierras incultas, ni sucederá que el que las cultive no produzca más que la décima parte de lo que debe producir, porque se aplicarán todos los medios ya conocidos para aumentar y mejorar la producción de la tierra y de la industria, de tal modo que el hombre podrá satisfacer siempre sus necesidades espléndidamente.

LUIS. – Todo lo que dices es muy bello y verlo quisiera. Yo también encuentro muy buenas vuestras aspiraciones, pero ¿cómo realizarlas? Ya sé que el único medio es la revolución, y que por muchas vueltas que se le dé por la revolución se acabará. Mas, como por el momento, la revolución no podemos hacerla, hacemos en tanto lo que podemos y no pudiendo hacer otra cosa mejor, agitamos la opinión por medio de las elecciones. Así nos movemos siempre, y siempre se hace propaganda.

CARLOS. – ¡Cómo! ¿Hablas ahora de propaganda? ¿No sabes que clase de propaganda has hecho con las elecciones? Vosotros habéis dejado a un lado el programa socialista y os mezcláis con todos esos charlatanes demócratas, que no se ocupan más que de conquistar el poder y hacer luego lo que han hecho todos sus compañeros en democracia: ocuparse ante todo de si mismos. Vosotros habéis introducido la división y la guerra personal entre los socialistas. Vosotros habéis abandonado la propaganda de los principios por la propaganda a favor de zutano o de mengano.

Ya no habláis de revolución, y aunque habléis no pensáis, ni por asomo en hacerla, en provocarla; y esto es natural, porque el camino de las Cortes no es el de las barricadas. Habéis corrompido a un cierto número de compañeros que sin la tentación a que los sometisteis hubieran permanecido honrados. Habéis fomentado ciertas ilusiones que hicieron olvidar la revolución, y cuando se desvanecieron, nos hicieron desconfiar de todo y de todos. Habéis desacreditado al socialismo entre las masas que empezaron a considerarse como un partido de gobierno, y han sospechado de vosotros y os han despreciado, como hace siempre el pueblo con todos los que llegan o pretenden llegar al poder.

LUIS. – Dime, entonces, ¿qué es lo que debemos hacer? ¿Qué hacéis vosotros? ¿Por qué en vez de hacernos la guerra no tratáis de hacernos mejores?

CARLOS. – Yo no te he dicho que nosotros hayamos hecho y hagamos todo lo que se puede y debe hacer. Aun de esto mismo tenéis vosotros mucha culpa, porque con vuestras mistificaciones y deserciones habéis paralizado por muchos años nuestra acción, y nos habéis obligado a emplear grandes esfuerzos para combatir vuestra tendencia, que si hubiera prevalecido, no hubiera quedado del socialismo más que el nombre. Pero esto creemos que no se repetirá. Por una parte, nosotros hemos aprendido mucho y estamos en situación de aprovechar la experiencia obtenida y corregir los errores del pasado. Por otra, entre vosotros mismos la gente empieza a ver con malos ojos las malditas elecciones. La experiencia es de tantos años y vuestros representantes se han significado tan poco, que hoy todos los que aman sinceramente la causa y tienen espíritu revolucionario, tienen forzosamente que abrir los ojos.

LUIS. – Y bien, haced la revolución, y estad seguros que nosotros nos encontraremos a vuestro lado, cuando hagáis las barricadas. ¿Nos tomáis acaso por cobardes?

CARLOS. – Es una cosa muy cómoda, ¿no es verdad? ¡Haced la revolución, y luego, cuando esté hecha, nos veremos! Pero si vosotros sois revolucionarios, ¿por qué no ayudáis a prepararla?

LUIS. – Oíd: por mi parte, os aseguro que si viera un medio práctico para poder ser útil a la revolución, enviaría al diablo elecciones y candidatos, porque, para deciros la verdad, comienzo a tener yo también la cabeza llena de política, y os confieso también que lo que me has dicho hoy me ha hecho un poco de impresión; no te puedo decir que no tienes razón.

CARLOS. – ¿No sabéis lo que se puede hacer? ¡Pero si yo os digo que la practica de la lucha electoral hace perder hasta el criterio de la buena propaganda socialista y revolucionaria! Y, sin embargo, basta saber lo que se quiere y quererlo firmemente para encontrar mil cosas útiles para hacer. Ante todo, propaguemos los verdaderos principios socialistas, y en lugar de contar mentiras y dar falsas esperanzas a los electores y los no electores, incitemos en esas mentes el espíritu de rebelión y el desprecio al parlamentarismo. Hagamos de modo que los trabajadores no voten, y que las elecciones se las hagan ellos, gobierno y capitalistas, en medio de la indiferencia y del desprecio de pueblo; porque cuando se ha destruido la fe en las urnas, nace lógicamente la necesidad de hacer la revolución. Vayamos a los grupos y a las reuniones electorales, pero para desbaratar los planes y las mentiras de los candidatos, y para explicar siempre los principios socialista-anárquicos, es decir, la necesidad de sacar el gobierno y desposeer a los propietarios. Entremos en todos los sindicatos obreros, hagamos otros nuevos, y siempre para hacer la propaganda y hablar de todo aquello que debemos hacer para emanciparnos. Pongámonos en la primera fila en las huelgas, provoquémoslas siempre para ahondar el abismo entre patronos y obreros y empujemos siempre las cosas cuanto más adelante mejor. Hagamos comprender a todos aquellos que mueren de hambre y de frío, que todas las mercaderías que llenan los depósitos pertenecen a ellos, porque ellos fueron los únicos constructores, e incitémoslos y ayudémosles para que las tomen. Cuando suceda alguna rebelión espontánea, como varias veces ha acontecido, corramos a mezclarnos y busquemos de hacer consistente el movimiento exponiéndonos a los peligros y luchando juntos con el pueblo. Luego, en la práctica, surgen las ideas, se presentan las ocasiones. Organicemos, por ejemplo, un movimiento para no pagar los alquileres; persuadamos a los trabajadores del campo que se lleven las cosechas para sus casas, y si podemos, ayudémoslos a llevárselas y a luchar contra dueños y guardias que no quieran permitirlo. Organicemos movimientos para obligar a los municipios a que hagan aquellas cosas grandes o chicas que el pueblo desee urgentemente, como, por ejemplo, sacar los impuestos que gravan todos los artículos de primera necesidad. Quedémonos siempre en medio de la masa popular y acostumbrarla a tomarse aquellas libertades que con las buenas formas legales nunca le serían concedidas.

En resumen: cada cual haga lo que pueda según el lugar y el ambiente en que se encuentra, tornando como punto de partida los deseos prácticos del pueblo, y excitándole siempre nuevos deseos. Y en medio de toda esta actividad, vayamos eligiendo aquellos elementos que poco a poco van comprendiendo y aceptando con entusiasmo nuestras ideas; juntémonos en pacto mutuo, y preparemos así las fuerzas para una acción decisiva y general.

Ved, dentro de poco, por ejemplo, viene el asunto del 1 de Mayo. En todo el mundo los obreros se preparan a efectuar una grandiosa manifestación para ese día, no trabajando. Hay muchos que lo hacen simplemente para obtener la Jornada de 8 horas de trabajo, pero hay también aquellos que no se conforman con esto. Y piensan quitarse de encima, de una manera radical, todas esas sanguijuelas que con el nombre de capitalistas o patrones, chupan la sangre a los trabajadores. Y bien; nosotros debemos aceptar este práctico terreno de acción que nos ofrecen las masas mismas. Trabajemos entonces desde ahora e incansablemente, para que el próximo 1 de Mayo nadie trabaje y nadie vuelva a hacerlo sino como trabajador libre, asociado a compañeros libres y en talleres de propiedad de todos. Y cuando venga ese 1 de Mayo, salgamos a la calle con la muchedumbre y hagamos aquello que la disposición del pueblo nos aconseje. No será quizás la revolución, porque los gobiernos están muy prevenidos y el pueblo aun no sabe luchar; pero, ¡quien sabe!,… si pudiéramos dar al movimiento una gran extensión, los gobiernos se verían impotentes para reprimirlo. De cualquier modo, el pueblo tendrá ocasión de ver y sentir su fuerza, y una vez que se haya dado cuenta de su fuerza y la haya visto desplegada, no tardará en servirse de ella.

LUIS. – ¡Muy bien; me gusta! ¡Al diablo las elecciones y pongámonos a la obra! Venga esa mano. ¡Viva la Anarquía y la Revolución Social!

CARLOS. – ¡Viva!

Errico Malatesta

 

Eduardo Galeano: “Están dando una lección de dignidad los estudiantes chilenos»

martes, agosto 9th, 2011

“Quiero enviar un abrazo de muchos brazos a los jóvenes valientes que nos están dando a todos una lección de dignidad democrática desde las calles de Chile. Ellos, los indignados, demuestran que hay otro país posible, heredero de Balmaceda y de Allende, y que Chile no termina en las fronteras trazadas por los resignados y los indignos. Que de eso se trata, al fin y al cabo: luchando por la educación, los jóvenes educan a todos los demás. Esta protesta enseña. Yo les digo: gracias mil y suertudas suertes en tan hermosa aventura”.

A través de este mensaje el escritor uruguayo Eduardo Galeano, autor de “Las venas abiertas de América Latina“, manifestó su apoyo al movimiento estudiantil chileno.

El saludo llegó a través de la Asociación General de Autores del Uruguay (Agadu), luego de que la periodista y estudiante de posgrado Valeria Osorio enviara un carta relatando las motivaciones, el estado, y las distintos problemas que ha tenido la causa.

“Sé que para los estudiantes de mi país (universo en el cual me incluyo) una sola palabra de aliento de gente que analiza constantemente la realidad latinoamericana, podría renovar las energías, la fuerza y la esperanza que se pierde día a día al ver que una causa tan noble y significativa, no sólo para ellos, sino que también para las futuras generaciones, no recibe respuesta”, manifestó la estudiante en su misiva al escritor.

Protestas en Londres por muerte de Mark Duggan, joven afro caribeño

martes, agosto 9th, 2011
pacogarabato en Kaos en la Red

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Young lives blighted by poverty and racism | Tories crackdown plans will mean more riots

http://www.socialistworker.co.uk/art.php?id=25680

Riots, resistance and revolutions—that has been 2011 so far.

This week thousands took to the streets of Britain in the biggest riots for decades, sparked by a police killing.

The politicians, police and media talk of “criminality”. But they are the same people who have been exposed as corrupt, greedy and in each other’s pockets.

The real criminals are those who have stolen people’s futures and driven them to such despair.

All the Tories offer is more of the same attacks that created the riots in the first place.

But why should the poorest and most vulnerable in society have to pay the price for the rich’s economic crisis?

The latest meltdown in the global economic system shows that austerity does not solve anything. It just creates more misery.

This is what lies behind the eruption of rage this week. We need to turn that anger into the sort of organised resistance that can overturn the system once and for all.

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Jóvenes vidas arruinadas por la pobreza y el racismo | planes de represión de los conservadores significará que habrá más disturbios

Los disturbios, resistencia y revoluciones que ha sido-2011 hasta la fecha.

Esta semana miles de personas salieron a las calles de Gran Bretaña en los mayores disturbios en décadas, provocada por un asesinato policial.

Los políticos, la policía y los medios de comunicación hablan de «criminalidad». Pero son los mismos que han sido expuestos como corruptos y codiciosos, y en los demás bolsillos.

Los verdaderos criminales son los que han robado futuro de las personas y conducido a tal desesperación.

Toda la oferta de los conservadores es más de los mismos ataques que crearon los disturbios en el primer lugar.

Pero ¿por qué los más pobres y vulnerables de la sociedad tiene que pagar el precio de la crisis económica de los ricos?

La última crisis en el sistema económico mundial muestra que la austeridad no resuelve nada. Sólo crea más miseria.

Esto es lo que hay detrás de la erupción de ira esta semana. Tenemos que transformar la ira en el tipo de resistencia organizada que puede derrocar el sistema una vez por todas.

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http://www.socialistworker.co.uk/art.php?id=25638

http://www.kaosenlared.net/noticia/rabia-contra-policia-estalla-calles-norte-londres

Rage at the police hits the streets of north London

by Judith Orr

Anger against the police burst out in Tottenham, north London last night after a protest about the police killing of local black man Mark Duggan.

Around 200 of Mark’s family and friends had marched earlier in the evening from Broadwater Farm estate to protest outside Tottenham police station about Mark’s death. He had been shot dead on Thursday evening.

There were whole families with young children, some with home-made placards, and they chanted “No justice, no peace”.

As they gathered on the steps of the police station they were promised that a senior police offer would address them and answer their questions. But this didn’t happen.

Within hours, anger at the police exploded. Police cars and several shops and a bus were in flames. By 2am huge plumes of purple smoke engulfed north London as buildings burned.

Many hundreds of people took to the streets. They reflected the local population – all ages, black and white, Asian, as well as many Hassidic Jews.

One teenage woman, who was a friend of Mark’s, told Socialist Worker, “Everyone locally knows Mark, he has four children. He was 29 years old. He was not a young boy.

“He was shot at the end of my street. The police are meant to be trained, they should be able to stop someone without killing them. Why did they shoot him in the face? He had no chance.

“It’s racism. I have been stopped by the police lots of times. Just because I wear a hoodie. The police do not treat us with respect. Now they are seeing the results of treating us that way.

“This isn’t over. They keep killing people.

“When I saw Jewish people out tonight too I was happy. I thought, ‘It’s not just us’. They gave bread out to us. It isn’t just kids out tonight. It’s everyone.”

A group of young men were watching from the top of the high street. One told Socialist Worker, “The police say that Mark Duggan opened fire on them. But they have no proof. You can’t believe what the police say.”

For hours into the night there was a standoff as a line of riot police strung out across Tottenham High Road tried to stop more people joining the rioting further up. When police reinforcements drove through the crowds, the thuds and cracks rang through the air as the vans were bombarded by bricks and missiles.

Tottenham was the scene of mass riots in 1985 when local black mother of two Cynthia Jarrett died after the police raided her house. This came only days after police had shot another black woman, Cherry Groce, in Brixton, south London.

Weyman Bennett, who has lived in the area for many years, spoke to Socialist Worker as the crowds confronted the police. “The mood feels like the 1980s,” he said. “There is deep bitterness about police racism and about how the police harass local people with stop and search.

“Also the Tories’ cuts have meant youth services and opportunities for young people have been shut down. Unemployment has gone up. People feel they have no future.

“You can tell the poverty people are living in by what they’re looting. I saw people running off with big packs of toilet roll and disposable nappies.”

Jody McIntyre, who was dragged from his wheelchair by police during the student protests last year, was also in Tottenham last night.

“I can see why so many people have come out onto the streets,” he told Socialist Worker. “When the police shoot someone people are going to react.

“I don’t exactly know what happened when the man was shot – but I do know a police officer was injured and a man was shot dead. If it had been the other way round the man would be in jail right now.

“We have to police the police. We have to hold them accountable every time they attack us.”

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La rabia contra la policía estalla en las calles del norte de Londres

por Judith Orr

 

La rabia contra la policía estalló en Tottenham, al norte de Londres, la pasada noche después de una protesta contra el asesinato por parte de la policía del joven negro Mark Duggan, vecino del barrio.

Alrededor de 200 personas entre familiares y amigos de Mark se manifestaron el día anterior por la tarde desde Broadwater Farm hasta la comisaría de policía de Tottenham para protestar por la muerte de Mark. Mark había sido muerto a tiros el jueves por la tarde. En la manifestación había familias enteras con niños pequeños, algunas personas con carteles hechos a mano y gritando “Sin justicia, no hay paz”. Mientras iban llegando a la entrada de la comisaria de policía, se les prometió que un oficial de la policía se reuniría con ellos para contestar sus preguntas. Pero nada de eso pasó.

En una horas, la rabia contra la policía explotó. Se incendiaron coches de policías y algunas tiendas y autobuses. Hacia las dos de la noche se podían ver grandes columnas de humo púrpura por todo el norte de Londres, mientras varios edificios eran incendiados. Varios cientos de personas tomaron las calles, reflejando a la población local –de todas las edades, tanto negros como blancos y asiáticos, así como también muchos judíos.

Una chica adolescente, amiga de Mark declaró a Socialist Worker que “toda la gente del barrio conocía a Mark, tenia cuatro hijos y 29 años, no era un joven. Lo mataron al final de mi calle. La policía en teoría está entrenada, deberían ser capaces de parar a alguien sin tener que matarlo. ¿Por qué le dispararon en la cara? No tuvo ninguna posibilidad de escapar. Es puro racismo. Yo misma he sido parada por la policía muchas veces solo porque llevo una sudadera con capucha. La policía no nos trata con respeto. Ahora están viendo los resultados de tratarnos de esta manera”. Continuó diciendo: “Esto no ha acabado. Ellos continúan matando a gente. Cuando vi a personas judías también en la calle me alegré, pensé que no solo estamos nosotros. Nos dieron fuerza, no solo somos las y los jóvenes quienes hemos salido esta noche, ha salido todo el mundo.

Un grupo de gente joven estaba mirando lo que pasaba desde arriba la calle. Uno declaró a Socialist Worker que la policía “decía que Mark les había disparado, pero no tienen ninguna prueba. No puedes creer lo que te dice la policía”. Cuatro horas después se estabilizó la situación cuando un grupo de antidisturbios cargó en Tottenham High Road impidiendo que más personas se sumaran a los disturbios. Cuando los policías que venían de refuerzos atravesaron la multitud con sus furgonas se pudo oír el ruido de los ladrillos y proyectiles que se lanzaban contra ellos.

Tottenham fue el escenario de masivos disturbios en 1985 cuando lCynthia Jarrett, una madre negra de dos hijos, murió después que la policía entrara en su casa. Esto pasó pocos días después de que la policía tirotease contra otra mujer negra, Cherry Groce, en Brixton, al sur de Londres.

Weyman Bennett, destacado miembro de United Against Fascim (Unidad Contra el Fascismo) y activista del barrio que ha vivido allí durante años habló con Socialist Worker mientras la multitud se enfrentaba a la policía: El ambiente es como en los años 80” dijo “hay un gran malestar por el racismo policial y sobre como la policía acecha a la gente del barrio parándoles y registrándoles. Los recortes de los Tories (el partido conservador actualmente en el Gobierno) han significado que los servicios y las oportunidades para los jóvenes se han acabado. El desempleo ha aumentado y la gente siente que no tiene futuro. Puedes ver la situación de pobreza en la que vive la gente por lo que se llevan a casa de las tiendas. He visto gente corriendo con grandes paquetes de papel higiénico y pañales”.

Jody McIntyre, que fue tirado de su silla de ruedas por la policía durante las protestas estudiantiles del pasado año también estaba en Tottenham anoche: “Puedo ver por qué tanta gente ha salido a la calle” declaró a Socialist Worker, “cuando la policía dispara a alguien la gente reacciona. No sé exactamente lo que pasó cuando esa persona fue disparada, pero si sé que un oficial de policía fue herido y que se mató a una persona a tiros. Si hubiera sido al revés, esa persona ya estaría en la cárcel. Tenemos que vigilar a la policía. Debemos hacerlos responsables cada vez que nos atacan”.

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North London Solfed’s response to the London riots 

http://www.freedompress.org.uk/news/2011/08/09/north-london-solfeds-response-to-the-london-riots/

With media sources blaming “anarchy” for the unfolding violence in London and across England, the North London Solidarity Federation felt a response from an anarchist organisation active in the capital would be appropriate.

Over the last few days, riots have caused significant damage to parts of London, to shop-fronts, homes and cars. On the left, we hear the ever-present cry that poverty has caused this. On the right, that gangsters and anti-social elements are taking advantage of tragedy. Both are true. The looting and riots seen over the past number of days are a complex phenomenon and contain many currents.

It is no accident that the riots are happening now, as the support nets for Britain’s disenfranchised are dragged away and people are left to fall into the abyss, beaten as they fall by the batons of the Metropolitan Police. But there should be no excuses for the burning of homes, the terrorising of working people. Whoever did such things has no cause for support.

The fury of the estates is what it is, ugly and uncontrolled. But not unpredictable. Britain has hidden away its social problems for decades, corralled them with a brutal picket of armed men. Growing up in the estates often means never leaving them, unless it’s in the back of a police van. In the 1980s, these same problems led to Toxteth. In the ’90s, contributed to the Poll Tax riots. And now we have them again – because the problems are not only still there, they’re getting worse.

Police harassment and brutality are part of everyday life in estates all around the UK. Barely-liveable benefits systems have decayed and been withdrawn. In Hackney, the street-level support workers who came from the estates and knew the kids, could work with them in their troubles have been told they will no longer be paid. Rent is rising and state-sponsored jobs which used to bring money into the area are being cut back in the name of a shift to unpaid “big society” roles. People who always had very little now have nothing. Nothing to lose.

And the media’s own role in all of this should not be discounted. For all the talk of the “peaceful protest” that preceded events in Tottenham, the media wouldn’t have touched the story if all that happened was a vigil outside a police station. Police violence and protests against it happen all the time. It’s only when the other side responds with violence (on legitimate targets or not) that the media feels the need to give it any sort of coverage.

So there should be no shock that people living lives of poverty and violence have at last gone to war. It should be no shock that people are looting plasma screen TVs that will pay for a couple of months’ rent and leaving books they can’t sell on the shelves. For many, this is the only form of economic redistribution they will see in the coming years as they continue a fruitless search for jobs.

Much has been made of the fact that the rioters were attacking “their own communities.” But riots don’t occur within a social vacuum. Riots in the eighties tended to be directed in a more targeted way; avoiding innocents and focusing on targets more representative of class and race oppression: police, police stations, and shops. What’s happened since the eighties? Consecutive governments have gone to great lengths to destroy any sort of notion of working class solidarity and identity. Is it any surprise, then, that these rioters turn on other members of our class?

The Solidarity Federation is based in resistance through workplace struggle. We are not involved in the looting and unlike the knee-jerk right or even the sympathetic-but-condemnatory commentators from the left, we will not condemn or condone those we don’t know for taking back some of the wealth they have been denied all their lives.

But as revolutionaries, we cannot condone attacks on working people, on the innocent. Burning out shops with homes above them, people’s transport to work, muggings and the like are an attack on our own and should be resisted as strongly as any other measure from government “austerity” politics, to price-gouging landlords, to bosses intent on stealing our labour. Tonight and for as long as it takes, people should band together to defend themselves when such violence threatens homes and communities.

We believe that the legitimate anger of the rioters can be far more powerful if it is directed in a collective, democratic way and seeks not to victimise other workers, but to create a world free of the exploitation and inequality inherent to capitalism.

North London Solidarity Federation
http://solfed.org.uk/?q=local/north-london

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Federación de Solidaridad del Norte de Londres responde a los disturbios en Londres

Con los medios de comunicación culpando a la «anarquía» de la violencia que se desarrolla en Londres y de Inglaterra, el norte de Londres Solidarity Federation sentía  apropiada una respuesta de una organización anarquista activo en la capital.
En los últimos días, los disturbios han causado daños significativos a las partes de Londres, para escaparates, casas y automóviles. A la izquierda, oímos el grito siempre presente que la pobreza ha provocado esto. A la derecha, que gángsters y los elementos anti-sociales se están aprovechando de la tragedia. Ambas cosas son ciertas. Los saqueos y disturbios vistos en el pasado número de días es un fenómeno complejo y contiene muchas corrientes.

No es una casualidad que los disturbios están ocurriendo ahora, como las redes de apoyo a los desfavorecidos de Gran Bretaña se arrastran y las personas se dejan caer en el abismo, golpeado al caer por las porras de la policía metropolitana. Pero no debe haber excusas para la quema de casas, aterrorizar a la gente que trabaja. Quienquiera que haya hecho tales cosas no tiene una causa para la ayuda.

La furia de los estados es lo que es, feo y sin control. Pero no imprevisible. Gran Bretaña ha escondido sus problemas sociales desde hace décadas, acorralados con un piquete brutal de hombres armados. Crecer en las fincas a menudo significa que no se les deja, a menos que sea en la parte trasera de una camioneta de la policía. En la década de 1980, estos mismos problemas llevó a Toxteth. En los años 90, contribuyó a los disturbios Poll Tax. Y ahora los tenemos de nuevo – porque los problemas no sólo siguen ahí, que están empeorando.

El acoso policial y la brutalidad son parte de la vida cotidiana en las fincas en todo el Reino Unido. Los sistemas de beneficios-apenas habitables se han deteriorado y retirado. En Hackney, los trabajadores de apoyo a nivel de calle que venían de las fincas y sabía que los niños, podría trabajar con ellos en sus trabajos les han dicho que ya no serán pagados. La renta es creciente y patrocinada por el Estado puestos de trabajo que utilizan para traer el dinero en la zona se están reduciendo en el nombre de un cambio de pagar «gran sociedad» roles. La gente que siempre ha tenido muy poco ahora no tienen nada. Nada que perder.

Y el papel propios de los medios en todo esto no debe ser descartado. Para que se hable de la «protesta pacífica» que precedió a los acontecimientos en el Tottenham, los medios de comunicación no han tocado la historia si todo lo que sucedió fue una vigilia frente a una comisaría de policía. La violencia policial y las protestas en contra de ella pasa todo el tiempo. Es sólo cuando la otra parte responde con la violencia (contra blancos legítimos o no) que los medios de comunicación se siente la necesidad de dar ningún tipo de cobertura.

Así que no debería haber ningún choque que las personas que viven una vida de pobreza y la violencia han llegado, por fin a la guerra. No debe ser ninguna sorpresa que las personas están saqueando los televisores con pantalla de plasma que va a pagar por un par de meses de alquiler y dejar libros que no pueden vender en los estantes. Para muchos, esta es la única forma de redistribución económica que se verá en los próximos años a medida que continúan la búsqueda infructuosa de empleo.

Mucho se ha hablado del hecho de que los manifestantes estaban atacando «sus propias comunidades.» Pero los disturbios no ocurren en un vacío social. Los disturbios en los años ochenta tendieron a ser dirigidos de una manera más específica, evitando inocentes y centrarse en objetivos más representativos de la opresión de clase y raza: la policía, estaciones de policía, y las tiendas. ¿Qué ha ocurrido desde los años ochenta? Los sucesivos gobiernos han hecho todo lo posible para destruir cualquier tipo de idea de trabajar la solidaridad de clase e identidad. No es de extrañar, entonces, que estos manifestantes a su vez a otros miembros de nuestra clase?

La Federación de solidaridad se basa en la resistencia a través de la lucha laboral. Nosotros no estamos involucrados en el saqueo y la diferencia del derecho reflejo, o incluso los comentaristas simpático-pero-condenatoria de la izquierda, no vamos a condenar o condonar los que no sabemos por quitarle parte de la riqueza que se les ha negado toda su vida.

Sin embargo, como revolucionarios, no podemos permitir que los ataques a las personas que trabajan, a los inocentes. Quemando las tiendas con viviendas por encima de ellos, el transporte de las personas a trabajar, asaltos y similares son un ataque a nuestra propia y debe ser resistido con tanta fuerza como cualquier otra medida del gobierno de «austeridad» la política, a los propietarios alza de precios, a la intención de los jefes de robar nuestro trabajo. Esta noche y durante todo el tiempo que sea necesario, la gente debe unirse para defenderse cuando este tipo de violencia amenaza los hogares y comunidades.

Creemos que la ira legítima de los manifestantes pueden ser mucho más potente si se dirige de manera colectiva, democrática y no busca victimizar a otros trabajadores, sino para crear un mundo libre de la explotación y la desigualdad inherente al capitalismo.

Federación de Solidaridad  del Norte de Londres

http://solfed.org.uk/?q=local/north-london

Confrontación (Costa Rica Hardcore) en Guatemala

jueves, agosto 4th, 2011

Domingo 21 Agosto

2:00 PM

Q 40.00

Trova & Rock, 11 calle entre 6a. y 7a. avenida zona 1

VOLVER (post punk)
TRINKY (ska punk metal)
WARRIORS (hardcore punk)
LA OVEJA NEGRA (hardcore punk)
ESPERMANZ (hardcore punk)
LUCHA CONSTANTE (hardcore punk)
Stta (metal)

 

Hasta siempre don Poncho

jueves, agosto 4th, 2011

miércoles, agosto 3rd, 2011

http://www.unurth.com/1799254/Blu-Draw-The-Line-Italy

Draw The Line Festival.