Archive for the ‘historia’ Category

¡!Defendamos la Autonomía: Todos contra la presencia de la PNC en la USAC!!

martes, marzo 6th, 2012

Fuente: http://www.elsoca.org/index.php/america-central/guatemala/2372-guatemala-defendamos-la-autonomia-todos-contra-la-presencia-de-la-pnc-en-la-usac

!!Abajo la decisión inconsulta del CSU!!

El 28 de febrero, en conferencia de prensa, Carlos Estuardo Gálvez Barrios, rector de la Universidad de San Carlos (USAC) de Guatemala, en representación del Consejo Superior Universitario (CSU), el secretario general de la Asociación de Estudiantes Universitarios, Roberto Muñoz y el Honorable Comité de Huelga de Dolores anunciaron que estarían de acuerdo con el ingreso de la Policía Nacional Civil al Campus de la Universidad “en casos extremos”.

 

La resolución tomada por el CSU expresa que por los recientes hechos de violencia entre grupos estudiantiles acaecidos el 16 de febrero en el edificio S-10 de la Facultad de Ciencias Económicas, y otros hechos delictivos que acaecen en el Campus Universitario, acuerda reforzar la seguridad interna tomando diferentes medidas, clausurar los bares que rodean el Campus y solicitar el auxilio de la Policía Nacional Civil y el Ministerio Público cuando se de “una emergencia de desorden público y en casos extremos, cuando esté en peligro la vida de miembros de la comunidad universitaria…”

Esta decisión fue tomada, en primer lugar, sin consultar a ningún sector de la comunidad universitaria. No se consulto a las organizaciones de docentes, ni el sindicato de trabajadores. Las organizaciones, grupos y corrientes estudiantiles, por fuera de la Asociación de Estudiantes Universitarios (AEU), no fueron tomados en cuenta en esta decisión tan importante. Esta fue una acción burocrática, autoritaria y antidemocrática.

Rechazamos tajantemente este acuerdo de cúpulas, pues representa a una violación flagrante de la Autonomía Universitaria, que hemos defendido contra la represión de los anteriores gobiernos militares y que ahora campantemente se nos quiere arrebatar, con el pretexto de combatir la delincuencia. Llama poderosamente la atención, que la decisión inconsulta del CSU fue tomada unos días después de finalizada la toma de dos semanas de la Facultad de Ingeniería, realizada por los estudiantes. Esta decisión revela la intención oculta de llamar a la PNC para reprimir las luchas que lleva a cabo el estudiantado por sus justos derechos.

Es cierto que en el campus se producen robos, abusos, tráfico de drogas y hasta violaciones, pero este no es un problema propio de la USAC sino del conjunto de la sociedad guatemalteca, que se ve afectada por la decadencia del capitalismo que produce todas estas lacras. Para mantener el orden dentro del campus universitario,  existe un cuerpo de vigilancia de la propia institución, y los estudiantes conscientes podemos organizarnos para controlar la delincuencia.

Denunciamos la hipocresía de los dirigentes corruptos de la AEU y el Comité de Huelga, pues es bien sabido que en las trifulcas entre estudiantes en esta época de Huelga de Dolores están involucrados ellos mismos. Estos individuos han convertido la tradición de lucha revolucionaria estudiantil en un vil negocio, en el que involucran a gente ajena a la USAC y en el que buscan lucrarse exigiendo pagos en los parqueos y hasta por ingresar al Campus. Los bares y “chupaderos” situados en la entrada de la U son propiedad de estos mismos mafiosos que controlan la AEU.

Llamamos a todos los sectores democráticos, progresistas, y honestos del estudiantado, profesorado y trabajadores de la USAC, a tomar medidas urgentes y conjuntas para rechazar la decisión unilateral y antidemocrática del CSU y la AEU, que una vez más atentan contra la Autonomía Universitaria y amenazan a todos aquellos que luchamos por nuestros legítimos derechos dentro de la USAC.

Llamamos especialmente al colectivo de Estudiantes por la Autonomía (EPA) a luchar unidos, a cerrar filas,  y a encabezar la movilización para evitar el ingreso de la PNC dentro de la USAC. Cualquier posible diferencia debe ser discutida democráticamente, pero la prioridad en este momento es defender la autonomía. Llamamos a desarrollar asambleas estudiantiles en cada escuela y facultad, para escuchar a los estudiantes, debatir el camino a seguir, incorporar a la mayor cantidad de compañeros y compañeras a esta nueva lucha, que es una prolongación de la lucha anterior por la defensa de la autonomía dentro de la USAC

 

PARTIDO SOCIALISTA CENTROAMERICANO (PSOCA)

Centroamérica, 1 de marzo de 2012

El Ejército trata de esconder la M.A.N.O.

viernes, febrero 17th, 2012

Fuente : http://cpr-urbana.blogspot.com/2012/02/el-ejercito-trata-de-esconder-la-mano.html

M.A.N.O. (Movimiento Acción Nacionalista Organizado) es una de las cientos de organizaciones contra insurgentes y militares que asesinaron a lo largo de la guerra.

si USTED desea poder obtener esta información no dude en comunicarse, si usdetes bajan las fotos podran de igual forma leer cada uno del material digitalizado.

Mientras en la administración de la UNE el ejército de Guatemala trató de lavar su imagen de desprestigio ofreciendo mediante un show mediático el acceso a los Archivos Militares, en los primeros días de la administración del gobierno del ex general Otto Pérez Molina, sale a luz que el Organismo Ejecutivo a solicitud de la Comisión de Desclasificación de Archivos Militares, presentó una iniciativa de ley que pretende reformar la Ley de Acceso a La Información Pública, para incluir modificaciones al mismo y con ello negar el acceso a los planes militares que sin duda establecen la ruta del genocidio.

Mientras el año pasado se trataba de cumplir con los requisitos impuestos por la Casa Blanca para levantar el embargo militar al ejército, también se preparaba una propuesta de ley para seguir perpetuando la negativa de acceder a la totalidad de documentos que contienen los planes de campaña que dentro de la guerra contrainsurgente detallan y dejan entrever al denominado enemigo interno.

M.A.N.O. (Movimiento Acción Nacionalista Organizado) es una de las cientos de organizaciones contra insurgentes y militares que asesinaron a lo largo de la guerra.si USTED desea poder obtener esta información no dude en comunicarse, si usdetes bajan las fotos podran de igual forma leer cada uno del material digitalizado.

Mientras en la administración de la UNE el ejército de Guatemala trató de lavar su imagen de desprestigio ofreciendo mediante un show mediático el acceso a los Archivos Militares, en los primeros días de la administración del gobierno del ex general Otto Pérez Molina, sale a luz que el Organismo Ejecutivo a solicitud de la Comisión de Desclasificación de Archivos Militares, presentó una iniciativa de ley que pretende reformar la Ley de Acceso a La Información Pública, para incluir modificaciones al mismo y con ello negar el acceso a los planes militares que sin duda establecen la ruta del genocidio.

 Mientras el año pasado se trataba de cumplir con los requisitos impuestos por la Casa Blanca para levantar el embargo militar al ejército, también se preparaba una propuesta de ley para seguir perpetuando la negativa de acceder a la totalidad de documentos que contienen los planes de campaña que dentro de la guerra contrainsurgente detallan y dejan entrever al denominado enemigo interno.

 

¿Pero cual es el interés de seguir negando el acceso a estos archivos militares? Si en reiteradas ocasiones el ejército ha negado que detrás de las ofensivas contrainsurgentes hubiera intención de exterminar a un grupo determinado y/o a población indígena.

Los archivos de los que hasta hoy se conocen solo serían la punta de un iceberg. La filtración del Archivo Militar o Dossier de la Muerte, en mayo de 1999, es muestra de uno de los rigurosos controles y sistematización de la lucha contra insurgente en Guatemala. El actual foto reportaje presenta una serie de documentos del llamado Terror Rojo, que organizaciones vinculadas al poder económico y militar iniciaron desde la intervención contra revolucionaria de 1954, a fin de generalizar y justificar la barbarie que alcanzó su cúspide en el genocidio cometido desde 1975 y que se prolongó hasta 1985.

 

 

 

 

Jornada Histórica en Guatemala y America Latina, Ex Militar es Ligado a proceso judicial por GENOCIDIO

lunes, enero 30th, 2012
Fuente : http://cpr-urbana.blogspot.com/2012/01/jornada-historica-en-guatemala-y.html
.
Desde tempranas horas de la mañana cientos de personas se presentaron a la torre de tribunales para estar presente en la audiencia en contra del General Efrain Rios Montt. El ex dictador escucho todas las acusaciones de la fiscalía del Ministerio Publico y opto por su derecho a no hablar al momento de que la Jueza Carol Patricia Flores le pregunto.

 

«…Al ex dictador se le acusa de al menos 266 acciones donde habrían muerto al menos 1.771 personas, se habrían cometido 1.400 violaciones y se habría desplazado a por lo menos 29.000 personas…»
cientos de personas no pudieron entrar a la audiencia por lo que la audiencia fue transmitida para las afueras de la torre de tribunales y al mundo, un promedio de dos mil personas llegaron a ver en todo el mundo la audiencia que se prolongo por todo el día.
 

 

 

 
 tambien se contó con la participación de grupos de jóvenes Hip Hoperos que pintaron y bailaron para demostrar su apoyo a la Justicia por Genocidio

 

 

 

 

llegada la noche y con casi 12 horas de espera mucha gente se marcho, pero también se empezaron a sumar otra a la espera de la sentencia  que en una pantalla improvisada en la plaza de los derechos del hombre se proyecto. Esta fecha es histórica pues en la historia del país nunca nadie había hecho algo para no dejar en la impunidad los diversos genocidios en contra de los pueblos, Hoy es histórica por que la gente podrá decir que se inicio el caso por genocidio del pueblo maya que durante por poco mas de 40 años de  la mitad del siglo pasado se resistió a la opresión y dictaduras militares.  
«En 1982, Ríos Montt dio continuación a la política de ‘tierra arrasada’ para consolidar control sobre la población donde el grupo ixil maya fue denominado como enemigo interno», expreso el Ministerio Publico.
Esta foto es una de los niños de la comunidad de las Dos Erres, arrasada en el norte del Peten durante el gobierno del militar hoy vinculado al caso, La tierra arrasada fue una política contra insurgente que trata de revertir el creciente apoyo al movimiento insurgente y social en Guatemala. Al momento de que la jueza Flores dijera que en Guatemala se había cometido sistemáticamente Genocidio los presentes en las afueras del edificio, cantaron, gritaron consignas y unos lloraron, pues es algo histórico que en un sistema patriarcal y opresor una mujer decida enfrentar estos lastres del sistema.

De militares, “manos duras” y grandes capitales al acecho

viernes, enero 6th, 2012

Fuente : http://www.albedrio.org/htm/articulos/g/gt-001.html

Ex general asumirá presidencia de Guatemala

El próximo 14 de enero, el general retirado Otto Pérez Molina, candidato del derechista Partido Patriota (PP), asumirá la presidencia de Guatemala. Durante su campaña prometió “mano dura” contra la delincuencia, el narcotráfico y el crimen organizado, logrando captar el voto de una población atemorizada por los altos índices de violencia en el país. Sin embargo, el regreso al poder de un militar con un pasado oscuro está despertando seria preocupación en varios sectores de la sociedad, que se rehúsan a olvidar la historia reciente del país

El 5 de julio 2011 tres activistas estadounidenses y la organización indígena Waqib Kej denunciaron al próximo presidente de Guatemala ante el relator especial de Naciones Unidas contra la tortura.

Según ellas, el ex general entrenado en la nefasta Escuela de las Américas estuvo involucrado en el genocidio perpetrado durante los años 80 contra la población indígena, cuando se desempeñó como oficial de operaciones en la provincia de Quiché, una de las más afectadas durante la guerra civil.

Jennifer Harbury, una de las denunciantes, acusó a Pérez Molina de ser responsable de la tortura y desaparición en 1994 de su marido, el guerrillero guatemalteco Efraín Bámaca. En ese periodo, el general retirado era jefe de inteligencia militar.

Genocidio

El sociólogo Carlos Figueroa Ibarra afirma que Guatemala vivió en la segunda mitad del siglo pasado “el genocidio más grande que se haya observado en la América contemporánea”. Entre 1954 y 1996, aproximadamente 150 mil guatemaltecos fueron ejecutados extrajudicialmente y 45 mil más fueron desaparecidos de manera forzada.

Lo ocurrido durante el conflicto fue investigado en el marco del Proyecto lnterdiocesano «Recuperación de la Memoria Histórica» (REMHI). La presentación del informe final “Guatemala: Nunca más” estuvo a cargo del obispo Juan José Gerardi, director e la Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado de Guatemala (ODHAG).

En sus conclusiones, el informe evidenció que por lo menos el 60 por ciento de las más de 55 mil violaciones a los derechos humanos cometidas contra la población fue responsabilidad directa del Ejército. Dos días después de la presentación, el 24 de abril de 1998, monseñor Gerardi fue brutalmente asesinado.

Ahora, el regreso de un ex alto mando militar al poder está generando fuerte preocupación en varios sectores de la sociedad guatemalteca.

Garras verde olivo

“El verdadero problema no es lo que Pérez Molina y sus allegados están diciendo en cuanto al programa de gobierno, sino lo que se está moviendo a su alrededor”, dijo a Sirel, Enrique “Quique” Torres, asesor legal de la Federación Sindical de Trabajadores de la Alimentación (FESTRAS).

Según él, los militares estarían viendo la oportunidad de volver a ser protagonistas. “Se sienten nuevamente empoderados y ya están sacando sus garras. Su primer objetivo será lograr la renuncia de la Fiscal general Claudia Paz y Paz, para que no siga investigando los crímenes del pasado”, afirmó Torres.

Además, importantes sectores del capital oligárquico tradicional, del capital “emergente” y los mismos militares de la derecha contrainsurgente, buscarán sus cuotas de poder en el nuevo gobierno. “Lo que más nos preocupa es que cuando hay choque de gigantes el que sale perdiendo siempre es el pueblo”, señaló.

Ante esta situación, Francisco Barillas, secretario general del Sindicato de Trabajadores de Embotelladora Central SA-Coca Cola (STECSA), advirtió que entre los trabajadores organizados existe el temor de que pueda haber un retroceso en las conquistas laborales logradas durante décadas de lucha.

“Estamos a la expectativa de ver cuáles serán las primeras medidads del nuevo gobierno. Mientras tanto, vamos a seguir concientizando a nuestras bases y a reforzar la unidad de los trabajadores a nivel nacional e internacional, porque nuestro futuro pasa por la promoción y garantía de la negociación colectiva”, aseguró Barillas.

También para David Morales, secretario general de FESTRAS, la victoria electoral de Pérez Molina está creando un clima de incertidumbre. “Su gabinete va a estar conformado por miembros de la derecha económica del país que vuelven al poder. Como movimiento sindical vamos a observar muy de cerca el operato del gobierno y vamos a seguir fortaleciendo nuestra estructura, preparándonos para lo que venga”, concluyó Morales.

Ruido y Resistencia IV

viernes, enero 6th, 2012

Fanzine gracias a la Hardcore Mafia

Descargar / Download : http://www.mediafire.com/?2wx91an5gij784w

Caraduras

miércoles, enero 4th, 2012

Andrés Zepeda /EL BOBO DE LA CAJA lacajaboba[at]gmail.com

Caraduras 54

¡A eso le llamo ser caraduras!

Los edificios que conforman el campus central de la Universidad Francisco Marroquín fueron construidos con fondos públicos donados por el Gobierno de los Estados Unidos (para quien no me crea, al pie de cada uno de ellos están las placas de agradecimiento).

¿Desliz o cinismo? ¿Laxitud de índole pragmática o simple y llana estafa intelectual? A saber. Lo cierto es que si algo distingue a los marroquinianos (a sus tótems académicos, a su cuerpo docente, a su estudiantado y a sus exalumnos, cuyos más conspicuos representantes han sabido ocupar espacios en casi todos los medios masivos) es la aparente convicción con que predican eso de dejar que las fuerzas del mercado cabalguen a sus anchas sin intervención alguna de los gobiernos. Es necesario –así dicen, yo no me lo estoy inventando– reducir las funciones del Estado a su mínima expresión.

Tenemos, pues, que por un lado se oponen al pago de impuestos pero por el otro se sirven de éstos (vía subvenciones estatales) para hacer realidad su proyecto académico, cuyo ideario contradice flagrantemente las prácticas concretas que, por fortuna, no se han tomado la molestia de disimular. ¡A eso le llamo yo ser caraduras!
Dudo mucho que la población estudiantil discípula de Hayek y Von Mises, ya fatalmente indoctrinada en medio de aquel oasis de verdor y de eficiencia que es la Marro, esté en condiciones de percibir el alcance moral de tamaña inconsistencia, pero si así fuera, a los desencantados les sugiero no cambiarse de u: en las otras no les va a ir mejor, se los aseguro.

Ni se les vaya a ocurrir pasarse a ese adefesio sin pies ni cabeza llamado Usac: ahí las contradicciones entre el decir y el hacer son ya de metástasis. ¿La Disneylandívar? Un chiste. Se aprende más en el peladero que en las (j)aulas, lo sé porque me consta.
(Sigo).

Caraduras 55

Principal surtidor y caja de resonancia del antiestatismo en Guatemala, la Universidad Francisco Marroquín está podrida desde sus cimientos…

Principal surtidor y caja de resonancia del antiestatismo en Guatemala, la Universidad Francisco Marroquín está podrida desde sus cimientos: los edificios que integran el campus central de tan encopetada casa de estudios fueron construidos –cáigase de espaldas a lo Condorito– con fondos públicos. ¡Plop!

Si es que aún siente algo de respeto por sí misma (y por sus alumnos), lo procedente sería que la junta directiva acordara demoler el complejo para levantar otro con dinero privado. De lo contrario, sugiero que presten sus instalaciones como sede para repartir bolsas solidarias.
Recomendaría, también, si a esas vamos (y luego dicen que uno es negativo porque sólo critica y nunca propone nada), utilizar alguno de los bonitos y modernos auditorios de la Marro para realizar mesas de diálogo encaminadas a lograr un pacto fiscal entre el gobierno y la cúpula de empresaurios.

¿Estaré pidiendo demasiado? No lo creo, pero en fin, ahí la dejo. Lo triste es que la UFM no está sola en eso de la podredumbre que la corroe desde el tuétano. Hace dos semanas me refería, de pasadita, también a la San Carlos y a la Disneylandívar –sé lo que digo: me gradué de ésta última y fui estudiante de aquélla.
Con la URL saldé mis cuentas pendientes con un texto, publicado hace diez años, al que titulé Manual del perfecto idiota landivariano y en el que señalaba la incoherencia entre sus cacareadas ínfulas de universidad católica y el pésimo servicio que prestaba… y sigue prestando.

La vigencia de lo expresado es tan reveladora como lamentable. Quien quiera leerlo puede escribirme a lacajaboba[at]gmail.com.

Caraduras 56

¿Quiénes son los enemigos de la sociedad a los que Manuel Ayau combatió durante toda su vida?, pregunta Carlos Alberto Montaner en su prólogo al libro Sentido Común: 50 años de congruencia liberal (UFM, 2011). Y responde: “En primer lugar, el Estado, secuestrado por intereses particulares”. De inmediato nos recuerda a J. Locke, quien abogaba por un Estado árbitro y no jugador ni dispensador de privilegios; citando también a F. Bastiat, para quien “el Estado es el instrumento por el cual las personas quieren vivir a costa de las demás”.

Es una burla constatar que tan loables reflexiones en torno al pensamiento del Muso encuentran muy poco asidero factual: los edificios de su obra más notable, la Universidad Francisco Marroquín (campus zona diez), fueron construidos con fondos públicos donados por el Gobierno de los Estados Unidos –quien quiera comprobarlo, al pie de cada uno de ellos están las placas de agradecimiento; el dinero fue otorgado a través del American Universities and Hospitals Abroad Program, administrado por la USAID. De manera, pues, que tan cacareada ‘congruencia liberal’ brilla por su ausencia. “Estados Unidos tiene perfecto derecho de ponernos condiciones mientras aceptemos sus regalos. Ese es el precio de ser limosnero”, estimaba Ayau en la columna que escribió para Prensa Libre, publicada el 13 de mayo del 2001 (op. cit., p. 212).

“¿Vale la pena recibir su ayuda condicionada?”, cuestiona más adelante el Muso, para luego sentenciar: “Si a cambio de dinero, cedemos ese poder a extraños, como ha dicho el doctor Armando de la Torre, habremos vendido la soberanía”. Amén.

Caraduras 57

Con esta entrega de Caraduras concluyo la disección que he venido haciendo de la Universidad Francisco Marroquín, a lo largo de la cual me he propuesto revelar las discrepancias entre lo pedante de su prédica y lo rastrero de sus prácticas.

Si los hechos concretos que delatan a esa institución académica (empezando por cómo se construyeron los edificios del campus central) desdicen lo que se imparte en sus aulas, ¿qué puede uno esperar de los alumnos? Contrario a lo que ellos suponen, no basta con memorizar los preceptos liberales, repudiar (de palabra) el mercantilismo, graduarse con honores y sentirse promotores “éticos, jurídicos y económicos de una sociedad de personas libres y responsables”.

Al margen de tanta palabrería vacía, lo que casi todos los egresados de la Marro buscan (un brindis aquí por las siempre escasas pero honrosas excepciones) es alcanzar un ‘éxito profesional’ traducible en que los contraten como gerentes o abogados o médicos al servicio de quienes mantienen sofocada la economía nacional a fuerza de privilegios, exenciones y chanchullos contrarios, precisamente, a los principios que tanto aquéllos como éstos aseguran defender.

Mucho más fácil la tienen los retoños de la oligarquía nacional. La mayoría de ellos confluye felizmente en la UFM, tal vez porque sus padres la consideran una especie de extensión de sus dominios: un club privado de ‘gente de bien’ (con uno que otro becado, para que no digan). Ellos heredarán, sin más, las riendas corporativas y el peculio de papá.

Ya sólo falta que abran una escuela de Historia y elijan como decano a Carlos Sabino.

Caraduras 58

“No se debe permitir el dinero público en entidades privadas”, expresó hace poco Víctor Pérez, rector de la Universidad de Chile; ya que “algunas son negocios y otras son irradiadores de ideologías”. ¿Qué hubieran respondido los de la Marro?
Además de haber recibido fondos de los contribuyentes gringos a través de USAID, me cuenta un lector que el terreno donde se encuentra la UFM era propiedad del Estado guatemalteco, específicamente de la Guardia de Honor, “y por medio de titulaciones supletorias fraudulentas se apropiaron de la tierra”. Sería bonito investigarlo más a fondo, dice.

Sí, sería bonito. Mucho más bonito si ellos mismos emprendieran la tarea con fines de esclarecimiento –y por qué no, también como acto de contrición en nombre de aquellos “principios éticos, jurídicos y económicos” aludidos en su declaratoria oficial de intenciones.

¿Qué tal si le encomendamos las pesquisas a Carlos Sabino? Digo, así dotaría de algún sentido crítico y de cierto rigor y precisión a la ‘Facultad’ de Historia a su cargo, y de paso pondría al alumnado marroquiniano en busca de evidencias que por su propio peso vendrían a desmontar, al menos en parte, el impune manoseo a la historia reciente de nuestro país.

La Marro –me explica otro lector– recibió donaciones del sector privado, deducibles del impuesto sobre la renta (el más aborrecido por la acaparadora élite propietaria nacional). Esto quiere decir que el Estado de Guatemala dejó de percibir el 31% de esas contribuciones. Se dice que la UFM les extendía un recibo por el doble o el triple de su monto real.

Habría que verles la contabilidad.

L@s Cinco de Vancouver: Lucha armada en Canadá

lunes, diciembre 26th, 2011

Fuente : http://translatetherevolt.blogspot.com/2009/05/blog-post.html

Relacionar el anarquismo con actos deliberados de violencia puede que sea visto como algo muy natural para la mayoría de gente si se piensa acerca del anarquismo en su conjunto. Pero para la mayoría de jóvenes anarquistas, debe ser difícil de imaginar que a principios de los años 80, la lucha armada en Canadá no solo parecía posible, sino que un pequeño grupo procedente de la comunidad anarquista de Vancouver se comprometió con ella. Además, había un pequeño pero significante apoyo para estas tres acciones.

Con el nombre de Direct Action y Wimmen’s Fire Brigade, ellos nunca se reivindicaron explícitamente como anarquistas. Por esa razón tampoco lo hicieron sus simpatizantes. Aunque nunca negamos que lo fuésemos. Nuestro anarquismo se desarrollaba más en la práctica política que en la teoría y la historia. En este debate, la palabra “nosotros” debe estar referida al pequeño entorno de donde salieron los Cinco de Vancouver. Solo aquellos cinco decidieron seguir sus ideas a través de una conclusión lógica y pasar a la clandestinidad. Otros también estuvieron influenciados por evoluciones similares en distintos lugares, y compartieron el deseo de agitar Canadá políticamente.

El contexto político para Direct Action era internacional. Entre mediados, finales de los años 70 y principios de la década de los 80 la Fracción del Ejercito Rojo (Rotte Arme Fraktion,RAF) en Alemania y las Brigadas Rojas en Italia eran las agrupaciones de guerrilla más grandes dentro de toda la variedad de grupos en Europa. La insurrección en Europa parecía posible a pesar del enorme nivel de represión dirigido contra estes militantes que asesinaban y secuestraban políticos y ejecutivos. Los periódicos anarquistas canadienses como Open Road, Bulldozer y Resistance se hacían eco en Norteamérica de estas luchas.

La lucha armada también copaba a menudo la agenda en los Estados Unidos. La idea popular es que la lucha política terminó al principio de los años 70 tras el final de la guerra de Vietnam. Pero incluso si los grupos contra la guerra, y otros movimientos se habían retirado, vestigios de los grupos más militantes se habían pasado a la clandestinidad para proseguir la lucha contra el sistema. En la Coste Este, el Black Liberation Army (Ejercito de Liberación Negra) , formado en el momento en que los Black Panthers (Panteras Negras) se pasan a la clandestinidad tras haber aprendido la lección de la intensa y mortal represión que se dirigió en su contra, estuvo activo hasta el año 1981. El United Freedom Front (Frente Unido de Liberación) y el Armed Resistance Movement (Movimiento de Resistencia Armada) estuvieron activos hasta comienzos del año 1980, atentado contra edificios del gobierno para protestar contra la participación militar americana en América Central y atacando objetivos corporativos para protestar contra su participación en Sudáfrica.

En la Costa Oeste, grupos como el Symbionese Liberation Army (Ejercito Simbiótico de Liberación) y el New World Liberation Front (Frente de Liberación del Nuevo Mundo) asaltaron bancos, colocaron bombas y secuestraron a Patty Hearst, una adinerada heredera. Estos grupos eran políticamente dudosos y desde luego no eran antiautoritarios. Muchos radicales creían que estaban considerablemente infiltrados por la policía. A pesar de todo contribuyeron al juicio que planteaba que las acciones armadas podían ser efectivas ya que tuvieron su impacto.

También había muchos grupos autónomos pequeños, algunos de los cuales eran explícitamente anarquistas o antiautoritarios, que estuvieron activos hasta el final de la década. Bill Dune y Larry Giddins, por ejemplo, son dos anarquistas que continúan encarcelados en los Estados Unidos hoy en día por acciones que tuvieron lugar en aquella época. Bill y Larry fueron arrestados en octubre de 1979 tras un tiroteo por las calles de Seattle cuando intentaban sacar a un amigo de la cárcel.

El más conocido de estos grupos de la Costa Oeste era la George Jackson Brigade (Brigada George Jackson) que estaba formada por anarquistas y marxistas. Cometieron una serie de acciones en la zona de Seattle a finales de los 70, a menudo en apoyo al movimiento de los presos el cual era bastante fuerte por aquellos años. La GJB era antiautoritaria, pro-mujeres, pro-gays y lesbianas y defendía lo colectivo, a diferencia de los partidos políticos. Incluso aunque todos estes grupos fueran finalmente machacados, llegaron a ofrecer una alternativa política a organizar manifestaciones y publicar periódicos.

Open Road en Vancouver, Bulldozer en Toronto, y Resistance, que empezó en Toronto y luego se mudo a Vancouver, cubrieron la resistencia armada en los Estados Unidos y la posterior represión. Esta cobertura jugo un papel más importante cuando sus simpatizantes en Estados Unidos estaban disolviéndose, y la izquierda mayoritaria intentó distanciarse de ellos tanto como pudo. Nosotros publicamos comunicados explicando las acciones. Les proporcionamos coberturas de apoyo en sus juicios y les ofrecíamos salidas para los escritos de los combatientes que habían sido capturados. La revolución, o como mínimo una lucha prolongada, parecía algo totalmente posible. Los Cinco eran en su mayor parte producto de la ola de lucha armada en Norteamérica, y parte de la maquinaria política antibelicista del creciente movimiento anti-OTAN. Nuestra perspectiva era bastante internacionalista incluso aunque entendiésemos que debíamos trabajar dentro de nuestras situaciones locales y nacionales.

En la primavera de 1982 una bomba destruyo la casi completa subestación hidráulica de Cheekeye-Dunsmuir. Esta construcción contó con una fuerte oposición de los residentes locales en el terreno medioambiental. Se pensaba que conduciría a la industrialización de la Isla de Vancouver y a la construcción de plantas de energía nuclear para exportar las ganancias a los Estados Unidos. Cientos de kilos de dinamita pusieron fin a ese plan en medio de su proceso.

Hubo bastante apoyo local para la acción. No estaba claro si Direct Action, que había reivindicado la acción, era un grupo anarquista o no, pero no habría supuesto ninguna diferencia en el sentido de la misma.

La acción había incrementado las apuestas políticas en Canadá. Pero como el atentado había tenido lugar en un parque natural, fue fácil de ignorar. La siguiente acción no lo sería.

A última hora de la tarde del 14 de octubre de 1982, un camión hizo explosión en el exterior de las plantas de la Industria Litton en Rexdale, en la zona del noroeste de Toronto, con el resultado de millones de dólares en daños. Siete trabajadores resultaron heridos, uno de por vida. Después de unos pocos días, Direct Action emitió un comunicado, reclamando su responsabilidad. Como pieza política, el comunicado es tan relevante hoy en día como lo fue en 1982, la única diferencia sería que la Guerra Fría ha terminado. Lo más importante del mismo es la autocrítica que se hacen por haber visto a los policías y los guardias de seguridad como superhéroes. No lo eran. Los errores que cometió Direct Action se agravaron por la inadecuada respuesta tanto de las guardias como de los policías.

El atentado era bastante simple: conducir una camioneta robada cargada con dinamita a través de los portales frontales de Litton y aparcarla en frente del edificio, abandonarla y en 35 minutos la camioneta haría explosión. Para asegurar que la amenaza de bomba fuese tomada en serio, condujeron la camioneta correctamente en frente de la cabina acristalada de los guardias de seguridad. Pero los guardias no se dieron cuenta de la presencia de la camioneta aunque incluso desde la posición del conductor de la misma se podía ver de forma clara a los guardias. Entonces, la llamada de advertencia no fue comprendida. Pero por lo menos atrajo la atención de los guardias hacia la camioneta. Desgraciadamente, Direct Action eran un poco más inteligentes. Habían colocado una caja pintada de naranja fluorescente en el exterior de la camioneta, fácilmente visible desde la cabina de los guardias. Encima de la caja colocaron una hoja de papel con información e instrucciones. Esperaban que los guardias se dirigiesen hacía la caja una vez hubiesen recibido la llamada. Para enfatizar la seriedad de la situación colocaron un cartucho de dinamita desarmado encima de la caja. Otro error. Los guardias de seguridad se mantuvieron alejados de la caja, dado que no sabían que la dinamita estaba desarmada. A pesar de la evidente amenaza, los guardias de seguridad no comenzaron a evacuar la planta hasta veinte minutos después de haber recibido la llamada de advertencia. Luego la bomba estalló antes de lo previsto, probablemente activada por las señales de radio de los coches de policía que estaban llegando a la zona.

El atentado tuvo lugar en una época en la que la guerra fría entre los Estados Unidos y la URSS era bastante intensa. Ronald Reegan, representando al sector de la clase dirigente americana que estaba empeñado en hacer de los Estados Unidos el llamado imperio malvado, había sido elegido presidente. Ambos bandos estaban intentando hacer realidad los primeros pasos de la capacidad nuclear a través de la fabricación de nuevas armas como los misiles de crucero, los misiles pershing, submarinos con capacidad nuclear y la bomba de neutrones. La posibilidad de una guerra nuclear era bastante real por aquel entonces.

En respuesta, se desarrollo un movimiento pacifista en Europa, Norteamérica y otros lugares. El consentimiento de Canadá a los Estados Unidos para probar los misiles de crucero sobre el norte de Alberta y en los Territorios del Noroeste fue visto como una ofensa hacia los activistas por la paz. Litton se había convertido en el foco de las amplias protestas de los grupos pacifistas desde que se dedicó a producir el sistema de orientación para los misiles. Se habían llevado a cabo una serie de protestas pacíficas en Litton que tuvieron como resultado el arresto de decenas de manifestantes por desobediencia civil. Pero como en el caso de Cheekeye-Dunsmuir, las protestas no estaban llegando a ninguna parte.

La reacción inicial de muchos radicales y activistas al leer los titulares de los periódicos fue de júbilo. Pero esto cambio tras una reflexión sobria cuando se consideraron detenidamente las implicaciones. El atentado no era solo un desafió al Estado militarizado, sino también a la coexistencia pacífica que muchos activistas tenían con el sistema. Esta claro de que incluso con los heridos, no hubo muchas reacciones por parte del ciudadano medio. Para la mayoría de la gente el atentado era solo otro acontecimiento espectacular mas en un mundo que se estaba volviendo loco.

Naturalmente, para anarquistas y pacifistas fue un acontecimiento importante. El periódico anarco-comunista Strike! de Toronto condenó inicialmente la acción debido a que desacreditaría al movimiento. Repetía la crítica habitual de que ese tipo de acciones no podrían hacer nada por si mismas. Direct Action nunca afirmaron que así fuese. Por citar el comunicado “Así como no tenemos ningún tipo de ilusión de que acciones directas, como esta, puedan por si mismas dar lugar al fin del papel de Canadá como recurso económico y militar del Imperialismo Occidental, si que creemos que las acciones directas militantes pueden tener una función constructiva como trampolín al tipo de conciencia y organización que debe ser desarrollada si pretendemos vencer a los amos nucleares.”

Una crítica más sofisticada fue publicada anónimamente por anarquistas que provenían del entorno de Kick It Over. Se quejaban de que “el atentado en Litton no se puede decir que haya incrementado la propia actividad ni de la comunidad ni de los trabajadores en la planta”. Esta bien, aunque se puede utilizar el mismo argumento a cerca de publicar periódicos y de la mayoría de actividades que solemos hacer. Estos anarquistas no condenaron a Direct Action por ser violentos, más bien situaron la violencia en el contexto de la violencia estatal. Aunque erróneamente etiquetaron el atentado como “Terror vanguardista”, estuvieron en lo cierto al decir que “las organizaciones clandestinas tienden a aislarse del pueblo” y ver convertirse su propia existencia en un objetivo en si mismo. De nuevo, este problema no lo tienen únicamente los grupos clandestinos.

A principios de noviembre, menos de un mes después del atentado, el Toronto Globe and Mail publicó un importante artículo en primera plana relacionando el atentado de Litton con la comunidad anarquista de Vancouver. Citaba a anarquistas no identificados que trazaban las similitudes entre las políticas de Direct Action y la escena anarquista de Vancouver. En un posterior, y más compresivo, artículo otros anarquistas proporcionaron alguna información de fondo como por ejemplo cual podría ser el propósito del atentado, sin reivindicar de forma explicita que se trataba de una acción anarquista. Este artículo fue condenado por muchos anarquistas en Toronto pero ayudó a hacer llegar las ideas al conjunto de la sociedad.

A mediados de diciembre, los locales de los principales grupos pacifistas de Toronto fueron objeto de redadas así como también los hogares de sus miembros más importantes. Activistas de Toronto y Peterborough fueron buscados, hostigados y amenazados por la policía. Nunca ha estado claro en gran medida si la policía pensaba que estos pacifistas eran realmente sospechosos o si las redadas simplemente se usaban para interrumpir el desarrollo de su trabajo contra Litton. Algunos pacifistas trataron de poner tanta distancia como les fue posible entre ellos y las personas que cometieron los atentados. Pero hubo suficiente apoyo de otros pacifistas para demostrar que no era necesario llevar a cabo una ruptura total entre militantes, por lo que su posición giro simplemente a cerca del uso de la violencia. La manifestación más grande que jamás tuvo lugar contra Litton se produjo el 11 de noviembre de 1982, menos de un mes después del atentado. Como dijimos en su momento, las acciones armadas pueden hacer más visibles otras formas de protesta, en vez de menos creíbles.

Litton perdió un contrato importante poco después del atentado. Como declaro su presidente, Ronald Keating, “Ellos (los manifestantes) son un fastidio, tuvieron bastante publicidad, y los americanos leyeron cada maldito pedazo de ella. La presión de esta gente ha hecho que los americanos se lo pensasen dos veces” Añadió tristemente también que “nadie más ha sufrido atentados”.

En Vancouver, se había producido una pequeña respuesta a Cheekeye-Dunsmuir. Pero a principios de noviembre, la situación se había vuelto más intensa por el ataque con bombas incendiarias a tres tiendas de Red Hot Video, dañando seriamente dos de las mismas. La Wimmen’s Fire Brigade había decidido hacer literal el nombre de esta cadena especializada en pornografía violenta. El ataque se produjo justo cuando la industria del video se estaba lanzando. Red Hot Video, una cadena americana, construyó un inventario de cintas de video que habían sido pirateadas de películas porno hardcore. Según OpenRoad “muchas de las películas presentaban no solo escenas de sexo explicito, sino también a mujeres siendo amordazas, golpeadas, violadas, torturadas, forzadas a provocarse enemas por intrusos armados y otras formas de degradación”.

Colectivos de mujeres habían luchado contra Red Hot Video durante seis meses, pero no obtuvieron ninguna respuesta del Estado. Durante unas pocas semanas, decenas de colectivos de mujeres de toda índole publicaron comunicados de simpatía y comprensión por la acción, se convocaron manifestaciones en una docena de centros a través de la provincia, y seis tiendas de pornografía fueron cerradas, trasladadas o retiraron mucho de su material por miedo a ser el próximo objetivo. Durante dos meses las primeras acusaciones se produjeron por combinar sexo explicito y violencia.

La razón de que la acción de la Wimmen’s Fire Brigade tuviera tanto éxito no fue simplemente por la táctica empleada, sino por el hecho de que estuvo bastante bien integrada, siendo complementaria, dentro de la campaña pública. Tal como expresaba B. C. Blackout , un boletín bisemanal autónomo, “la acción de WFB solo pudo tener el impacto que tuvo debido a los meses de duro trabajo que llevaron a cabo numerosos grupos e individualidades mediante la autoformación, investigando, haciendo contactos, presionando a las autoridades, documentado sus casos – en definitiva, construyendo la infraestructura para un movimiento honrado, efectivo y de base. Así se explica el porque los grupos de mujeres fueron capaces de moverse tan rápido y coherentemente al tratar con el interés de los medios de comunicación y del público por los hechos y los comentarios tras los atentados”.

El 20 de enero de 1983 cerca de Squamish (British Columbia, Canada) los Cinco regresaban a Vancouver después de realizar prácticas de tiro en las montañas. Los policías, disfrazados como trabajadores del Departamento de Circulación, pararon su camioneta y en un ataque violento los sacaron de la misma y los arrestaron a punta de pistola. Se les acusaba de 12 a 15 cargos, incluyendo Red Hot Video, Cheekeye-Dunsmuir, conspiración para robar un furgón de Brink, así como también de conspiración para cometer más atentados. Inmediatamente después de los arrestos, la policía convocó una rueda de prensa en la cual exponían el amplio armamento que según ellos se había confiscado a los Cinco. Este fue el comienzo de lo que se conocería como el “Juicio de los medios de comunicación”, por la manera en que la policía y la acusación usaron los medios de comunicación para tratar de contaminar a la opinión pública no solo contra los Cinco, sino también contra el movimiento anarquista en general. Los titulares de los periódicos vociferaban a cerca de “la policía atrapando terroristas” y “las conexiones nacionales de las células anarquistas”. La policía llevo a cabo redadas en cuatro hogares de Vancouver la mañana siguiente a la celebración la primera reunión del grupo de apoyo. No se efectuó ningún arresto, pero se confiscaron máquinas de escribir y se produjeron abusos verbales.

La historia oficial de la policía sostenía que los avances en el caso se produjeron cuando un reportero del Globe and Mail mostró periódicos anarquistas a la policía de Toronto, la cual, al observar el comunicado de Cheekeye-Dunsmuir en Resistence, envió la dirección del apartado postal a Vancouver. Los policías, teóricamente, pusieron la dirección bajo vigilancia y finalmente fueron capaces de localizar a los Cinco a través de una serie de contactos. La historia resulto tan convincente que el periodista recibió una substanciosa recompensa antes de hablar de ello con amigos de principios y más conscientes.

Esta historia fue una tapadera para ocultar que la policía ya tenía constancia de la existencia de los cinco. Estuvieron bajo vigilancia policial por una razón o por otra desde mucho tiempo antes de la primera acción. Brent Taylor y Ann Hansen, particularmente, eran bastante conocidos en Vancouver. Un policía no necesitaba ser demasiado inteligente para considerarlos como posibles sospechosos. Muchos activistas que ni siquiera los conocían sospechaban que probablemente tenían algo que ver con Direct Action. Eran los únicos que iban regularmente enmascarados a las manifestaciones, pareciendo más preparados para una protesta en Alemania que en Vancouver.

Es bastante probable que la policía los hubiese visto llevando a cabo las acciones contra Red Hot Video. Esto gano bastante relevancia en el juicio. La policía de Vancouver obtuvo la orden judicial para pinchar sus teléfonos y poner micrófonos en sus casas con el fin de investigar el caso de Red Hot Video. Las órdenes judiciales se supone que solo pueden ser expedidas como último recurso cuando el resto de medios para la investigación no han funcionado, pero en este caso fueron expedidas poco después del ataque. Además, eran innecesarias si la policía ya sabía quien había participado en los ataques. El servicio de seguridad de la Policía Montada de Canadá (RCMP) los había observado cometer otros crímenes y los tenía bajo observación en la época del ataque a Red Hot Video, pero no existía ninguna nota de vigilancia cubriendo el periodo del ataque actual.

Se asumió que realmente la policía necesitaba pinchar los teléfonos para conectar a los cinco con Litton, para lo cual sería mucho más difícil pedir una orden judicial legal. Las pruebas obtenidas a través de estas escuchas proporcionaron la mayor parte del caso contra los Cinco, lo cual explica el porque la primera parte del juicio se enfrento con su propia legalidad.

El 13 de junio de 1983 se produjo una redada de la brigada local de Litton en la sede de Bulldozer. La orden judicial – que incluía cargos por sabotajes en Litton, calumnias insurrectas y practicar un aborto – permitía específicamente a la policía confiscar cualquier cosa relacionada con la publicación bulldozer. Se llevaron planos, cartas, artículos, revistas y la lista de subscriptores. Finalmente conseguimos recuperar todo este material después de un año de lucha legal.

El cargo de calumnias insurrectas aparentemente hacia referencia a un folleto titulado “Paz, paranoia y política” que dibujaba las políticas alrededor del atentado de Litton, el movimiento pacifista y la detención de los Cinco. Calumnia Insurrecta teóricamente implica hacer un llamamiento a un levantamiento armado contra el Estado; La última vez que el cargo había sido utilizado fue durante el año 1950 contra algunos sindicalistas en Québec. Nuestros abogados se anticiparon con avidez defendiéndonos de este cargo, y al final no se volvió a hablar del tema.

El cargo de practicar un aborto surgió cuando una matrona, Colleen Crosby, llevó a cabo una presunta extracción menstrual a una persona del colectivo Bulldozer. El hecho llamó la atención de los policías a través de las intervenciones telefónicas. La policía detuvo a Crosby una semana más tarde y la llevaron en coche durante varias horas, amenazando de acusarla de practicar un aborto salvo que les hablase sobre cualquier conexión entre Bulldozer y el atentado de Litton. Crosby de cualquier manera rechazaría cooperar, aunque tampoco tenía ninguna información que dar. Se tardaron dos años y miles de dólares en honorarios jurídicos en conseguir retirar los cargos.

El punto débil de nuestras políticas – la de los Cinco y sus simpatizantes – se hizo evidente durante el juicio y el trabajo de apoyo que hicimos alrededor del mismo. Los Cinco asumieron que acabarían cayendo bajo una ráfaga de balas, aunque en vez de la relativa gloria de una muerte espectacular se tuvieron que enfrentar con una realidad más prosaica al tener que sentarse a esperar el juicio en prisión. La carencia de una preparación, tanto política como personal, para las consecuencias casi inevitables de sus acciones se agravó con la falta de preparación de sus simpatizantes. Es fácil reimprimir comunicados de los compañeros en la clandestinidad, pero es mucho más difícil manejarse con redadas y abogados, acosos, y mirar a amigos y compañeros distanciarse justo cuando el apoyo y el trabajo se hacen más necesarios que nunca. Uno debe de ser capaz de soportar el alto estrés político durante lo que podrían ser un par de años, mientras desarrollas políticas que puede que no sean apoyadas por ninguno de tus amigos ni socios políticos, y mucho menos por la sociedad en su conjunto. Aun así, un apoyo competente y con principios es crucial si las acciones en la clandestinidad van a tener cualquier tipo de impacto duradero. La comunidad en Vancouver fue capaz de mantener una presencia dentro y fuera del tribunal durante el juicio a pesar de las diferencias que se daban en torno a la estrategia que utilizar para apoyarlos. En Toronto, fuimos capaces de mantener las ideas en circulación, pero tuvo poco impacto social.

Durante la confusión inicial, el derecho a un juicio justo se convirtió en la demanda principal. Desde que pareció posible que las escuchas que proporcionaron el grueso de las pruebas pudiesen ser rechazadas, el recorrido estrictamente legal fue difícil de soportar sin una claridad política previa que se plantease como se debían conducir los juicios. De cualquier manera, el derecho a un juicio justo no debe ser ignorado si la batalla va a ser librada en el terreno legal, pero es el campo de batalla del Estado, y su primera arma será la criminalización. La fiscalía del Estado separó la acusación en cuatro juicios, el primero de ellos trataría sobre los cargos políticos menos importantes, delitos a mano armada y conspiración para robar un furgón de Brink. Mientras que para algunas personas con cierta comprensión política podía ser obvio el porque las guerrillas necesitan armas y dinero, las imágenes de televisión de un escritorio lleno de armas, e informes de planes para asaltar un furgón de Brink, fueron mostrados concienzudamente para desmontar la reivindicación de que los Cinco eran principalmente activistas políticos. La lucha por un juicio justo atrajo el apoyo de activistas, periodistas progresistas y abogados y activistas por los derechos humanos. Pero se podían crear verdaderos problemas si el juicio se mostrase legalmente como “justo”. O cuando, como sucedió finalmente, los Cinco se declarasen culpables. Algunas personas que nos dieron su apoyo se sintieron manipuladas al haber dado su apoyo a gente culpable, incluso a pesar de que intentamos ser claros al exponer que existe una diferencia en declararse no culpable y ser inocente.

La estrategia del “Juicio de los medios de comunicación” se vino abajo cuando el tribunal dictamino que las pruebas obtenidas mediante las escuchas eran admisibles. El primer juicio por las armas y la conspiración para robar un furgón de Brink comenzó en enero de 1984. Las pruebas de los primeros cuatro meses principalmente se basaron en la época de vigilancia previa a los arrestos. En marzo, Julie Belmas y Gerry Hannah presentaron sus alegatos de culpabilidad, Red Hot Video inclusive, y para Julie, el atentado de Litton. En abril, Doug Stewart fue absuelto de los cargos de Brink pero fue declarado culpable por delito a mano armada. En junio, se declaró culpable de Cheekeye-Dunsmuir. El jurado declaró culpables a Ann y Brent por todos los cargos del primer juicio. En junio, mediante un movimiento sorpresa, Ann se declaró culpable de Cheekeye-Dunsmuir y Litton.

Trajeron a Brent a Toronto para un juicio sobre Litton y finalmente se declaró culpable. Reconociendo nuestra propia debilidad, le dijimos que poco se podía conseguir políticamente en Toronto si el juicio seguía adelante. En nuestro relativo aislamiento era difícil imaginarnos asumiendo lo que hubiese tenido que ser un esfuerzo importante al presentar las políticas que había detrás del atentando a través de unos medios de comunicación hostiles. Sin embargo no hacerlo significaba que nunca existía un enfoque a largo plazo ni tampoco un sentido de dirección para aquellos que puede que estuviesen dispuestos a presentarse con un apoyo más activo. No era nuestro mayor momento de gloria.

Para resumir esta parte, dejadme que cite la declaración de la sentencia de Ann, “Cuando fui arrestada al principio, fui intimidada y cercada por el tribunal y las prisiones. Este miedo me proporciono la base para creer que si participaba en el juego legal, podría conseguir mi absolución o una reducción de condena. Este miedo oscureció mi visión y me engaño al pensar que el sistema judicial podría darme una oportunidad. Pero estos seis meses en los tribunales agudizaron mis percepciones y fortalecieron mis convicciones políticas al ver que el juego legal esta amañado y a los presos políticos les han repartido cartas marcadas”.

Doug Stewart fue sentenciado a seis años, y cumplió un máximo de cuatro. Gerry Hannah a diez años, pero quedo libre a los cinco. Julie, con solo veintiún años en el momento de la sentencia, a veinte años. Apeló y se la reducieron cinco años cuando se puso en contra de Ann y Brent, saboteando eficazmente sus apelaciones. Mucha gente se cabreó bastante con esta traición de Julie, pero su testimonio no fue la razón por la que Ann y Brent fueron condenados. Si Julie realmente quisiese hacer un trato podría haber implicado a otra gente mintiendo. Pero no hizo esto.

Brent fue condenado a veintidós años y Ann a cadena perpetua. Las sentencias, especialmente las de Ann y Brent, se consideraron excesivamente duras. Pero el Estado quería sofocar cualquier incipiente actividad guerrillera. El sistema penitenciario, sin embargo, es el que realmente determina cuanto tiempo tiene que pasar la gente condenada. Ann y Brent salieron a la calle antes de ocho años. En comparación a lo sucedido con otras guerrillas americanas, fue algo casi indulgente.

Doug Stewart escribió en Open Road tras su condena que el tamaño de las bombas fue problemático. Sugería que los ataques de nivel medio como incendios y sabotajes mecánicos eran más fáciles de realizar que los atentados, observando que las acciones a gran escala demandan pasarse a la clandestinidad. Direct Action entendieron que debían romper el contacto con otra gente política; que para actuar en una ciudad, debían vivir en otra. Pero esto requería enormes sacrificios personales y emocionales. Cortar completamente todo vinculo con amigos y amantes fue el error que dejo el rastro para la policía local. Las acciones pequeñas son técnicamente simples y permiten, como decía Stewart “a un grupo juntarse fácil y rápidamente alrededor de una cuestión en concreto”. Las actividades de nivel medio también “tienen un impacto de menor intensidad en la vida personal de uno. Si no estas en la clandestinidad, estas menos aislado emocionalmente, y el nivel de estrés en conjunto es mucho mas bajo. Ser detenido por una acción de nivel medio sería algo mucho menos devastador en todos los sentidos. Una condena de dos o tres años no es ningún chiste, pero es sustancialmente más fácil enfrentarse a eso que a una de diez o veinte años”.

Para resumir, permitidme que cite un artículo que apareció en el Prison News Service diez años después de lo de Litton:

“Se hace patente que acciones políticas como las de estes atentados, propaganda por el hecho, como son conocidas, no son comprendidas en una sociedad no política. Incluso aunque unas pocas personas comprendiesen las motivaciones que se esconden tras el ataque, el lado positivo es que tampoco tiene por que haber necesariamente una importante reacción en contra. Es un error pensar que algo como el atentado de Litton podría convertirse en una llamada que despertase a la gente y las motivase a hacer algo contra la situación crítica con la que se enfrentan. Pero explicado apropiadamente puede marcar la diferencia para aquellas personas que ya están concienciadas de la situación y que están frustradas con otros métodos de lucha.”

“Las acciones de guerrilla no son un fin en si mismas; Eso es, una acción en singular, o incluso una serie coordinada de acciones, tienen poca probabilidad de conseguir algo más que un objetivo inmediato. Tales acciones son problemáticas si se asume que pueden llegar a substituir al trabajo político no clandestino. Pero si se pudiesen situar dentro del trabajo político en su conjunto, una táctica más entre tantas, entonces podrían aportar al movimiento más espacio con el que maniobrar, haciéndolos a ambos más visibles y creíbles. Al mismo tiempo, se daría a los activistas un impulso psicológico, una sensación de victoria, a pesar de lo efímero, de modo que pudiesen emprender su propio trabajo político con un entusiasmo renovado…”

“Para la mayoría de activistas americanos, la lucha armada se reduce a una cuestión moral: ‘¿Deberían o no deberían usarse medios violentos para avanzar en la lucha?’ Aunque esto es relevante a un nivel personal, solo crea confusión alrededor de lo que realmente es una cuestión política. La mayoría de los radicales, en este momento de la historia, no se van a involucrar directamente en ataques armados. Pero tal como se desarrollan los movimientos de resistencia en Norteamérica es inevitable que algunos lleguen a asumir acciones armadas. La cuestión se enfocaría sobre si estas acciones armadas serían aceptadas como parte del espectro de actividades necesarias. Mucho dependería de si la gente estuviera sufriendo agresiones o amenazas. Lejos de ser “terrorista”, la historia de la lucha armada en Norteamérica muestra que la guerrilla fue lo bastante cuidadosa al seleccionar sus objetivos. Existe una diferencia importante entre atentar contra objetivos militares o corporaciones, o incluso asesinar a policías en respuesta a su uso de la violencia, y colocar bombas en calles multitudinarias. La izquierda en Norteamérica nunca ha llevado a cabo actos aleatorios de terror contra la población en su conjunto. Denunciar a cualquiera que hubiese elegido actuar fuera de los restrictivos y definidos límites de la “protesta pacífica” a fin de aparentar una moralidad superior, o para teóricamente evitar a la población alienada, es otorgarle al Estado el derecho de determinar cuales son los limites permitidos de la protesta”.

La represión es más efectiva cuando es capaz de evitar que las ideas radicales sean transmitidas a una nueva generación de activistas. Si las ideas pueden ser transmitidas, entonces la nueva ola de activistas desarrollará sus políticas desde la base que ya había sido creada. Afortunadamente, un entorno relativamente pequeño pero muy activo de jóvenes activistas adoptó muchas de las políticas alrededor de Direct Action y las desarrollaron a través de proyectos como Reality Now, Anarchist Black Cross y Ecomedia. Su trabajo en movimientos como el pacifista, el punk o el de apoyo a los indígenas ayudó a asegurar que aquellas políticas no murieran cuando los Cinco entraron en prisión.

Jim Campbell

Este texto, transcrito de una charla de Jim Campbell en Toronto, fue editado como folleto en lengua inglesa en varias ocasiones desde el año 2000.

¿Quiénes son el 99 por ciento?

domingo, diciembre 11th, 2011
Fuente : http://www.radioindigena.com/contenido/%C2%BFquienes-son-el-99-por-ciento
american indian

ESTADOS UNIDOS

Por Kanya D´ Almeida

WASHINGTON.– Aunque “Ocupa Wall Street” y protestas similares que sacuden a Estados Unidos se han vuelto casi sinónimos de democracia, procesos basados en el consenso y otros símbolos de unidad, el lenguaje y las tácticas que emplean los aíslan de muchas poblaciones del país.

Los inmigrantes han intentado participar, pese a que las ocupaciones se emplazan casi exclusivamente en centros urbanos, y las grandes mayorías de extranjeros trabajan en suburbios y áreas rurales dedicadas a la agricultura.

Sin embargo, Erik Nicholson, portavoz de United Farm Workers (Trabajadores Agrícolas Unidos), un sindicato con 27.000 miembros, dijo a IPS que entre la comunidad de inmigrantes hay un apoyo generalizado al movimiento. 

»Somos por definición una organización multinacional, dado que la abrumadora mayoría de nuestros miembros en áreas agrícolas son inmigrantes que se vieron obligados a huir de los devastadores impactos de las mismas políticas económicas contra las que protesta el movimiento Ocupa aquí, en Estados Unidos», explicó Nicholson a IPS.

«Políticas como el TLCAN (Tratado de Libre Comercio de América del Norte) causaron en los años 90 un enorme éxodo de productores maiceros de México, que llegaron a Estados Unidos en busca de empleo. Ahora trabajan en condiciones terribles», agregó.

Este año se produjeron por lo menos dos muertes en plantaciones del occidental estado de California, señaló. Los hacendados no brindan a sus trabajadores agua o techos que los protejan del sol, por lo que «literalmente caen muertos por el calor», enfatizó.

«Pero estas tragedias que ocurren en el agro no están desconectadas de Wall Street. Cantidades sin precedentes de capitales de riesgo se vierten en la agricultura estadounidense con promesas imposibles de retornos en una industria altamente volátil», añadió. 

»Hace menos de dos semanas tuvimos una manifestación contra Darigold, una gran corporación que comercializa leche en un establecimiento cuyos trabajadores soportan un trato horrendo», dijo Nicholson.

«Ocupa Seattle se unió a esa protesta, lo que representó una gran aproximación de los dos movimientos», señaló. 

»Tenemos que reconocer el increíble grado de temor que existe en las comunidades de inmigrantes. Cuando salen de sus casas por la mañana no tienen idea de si volverán en la noche o si los arrestarán en una redada bajo las nuevas y draconianas leyes antiinmigración que rigen en este país», explicó.

«Aun así han salido a apoyar al movimiento ´Ocupa´ porque representa un momento real para la acción masiva, ha unido esfuerzos diversos y continúa creciendo. Necesitamos seguir haciendo el trabajo que siempre hicimos, seguir moviéndonos y buscando maneras de conectarnos», agregó.

«Descoloniza Wall Street»

Días después de que “Ocupa Wall Street” publicó su declaración «Una demanda», un bloguero llamado John Paul Montano escribió una carta abierta a los ocupantes, expresando su preocupación por el lenguaje del «99 por ciento». 

»Yo esperaba que ustedes, que luchan por la justicia y la igualdad, mencionaran que la misma tierra sobre la cual protestan no les pertenece, que ustedes son huéspedes sobre esa tierra indígena robada», decía.

«Esperaba que abordaran la historia centenaria que nosotros, los pueblos indígenas de este continente, hemos soportado mientras ustedes decían estar construyendo una ‘tierra de libertad’ sobre nuestras sociedades indígenas, sobre nuestras tierras indígenas, mientras destruían y/o ignoraban nuestros modos de vida», agregó el bloguero.

Pocas semanas después, Julián Padilla, actual portavoz del subcomité educativo del Grupo de Trabajo de Personas de Color (POC WG, por sus siglas en inglés) en la ciudad de Nueva York, publicó un folleto detallando que, en 1685, la Dutch West India Company obligó a pueblos africanos esclavizados a construir un muro entre los comerciantes blancos y los indígenas estadounidenses, que todavía luchaban por su tierra, contra los colonos en lo que ahora es el bajo Manhattan. 

El muro garantizó un espacio para que los comerciantes compraran y vendieran sus acciones «hasta que formalizaron la práctica mediante la fundación de la Bolsa de Valores de Nueva York, en 1792».

En una marcha de protesta varios días después, Padilla, junto con otros organizadores, intentó cambiar el cántico que entonaba la multitud de «Todo el día, toda la semana, ocupa Wall Street» a «Todo el día, toda la semana, descoloniza Wall Street», pero sus esfuerzos fueron en vano.

«La mayoría de la gente no quiere confrontar el hecho básico de que los pueblos indígenas fuimos las primeras víctimas de todas las traiciones que se producen aquí», en Wall Street, dijo a IPS Joseph, miembro del movimiento aborigen estadounidense.

«La gente no quiere usar las palabras reales asociadas con este lugar: genocidio, asesinato, tortura, violación, esclavitud», agregó. 

»Oigo a la gente hablar de (las leyes) Jim Crow (que durante casi un siglo institucionalizaron la segregación racial en Estados Unidos), de que (los negros) tenían que usar puertas diferentes para ingresar a las cafeterías. No olvidemos que los indígenas no tenían ninguna puerta abierta en absoluto», señaló.

La mesa de Joseph en el parque Zuccotti, repleta de literatura política contemporánea e histórica, recibe poca atención de la multitud, pero él está determinado a seguir hasta el final.

A fines de octubre, los organizadores de las manifestaciones en Albuquerque decidieron renombrar su protesta «(Des)Ocupa Albuquerque», por respeto a la activa población indígena de Nuevo México y para conectar la expansión capitalista y el movimiento local por el derecho a la tierra.

Un participante en una sentada en Albuquerque escribió en el Daily Kos que «para los aborígenes de Nuevo México, ‘ocupa’ significa 500 años de ocupación forzada de sus tierras, recursos, cultivos y también de sus voces por parte de potencias imperiales como España y Estados Unidos. A gran parte del ‘99 por ciento’ le vino muy bien ese arreglo», sostuvo.

Padilla dijo a IPS que «ocupar un espacio no es malo en sí mismo; la cuestión es quién, cómo y por qué». 

»Cuando los colonizadores blancos ocupan una tierra, no solamente duermen allí durante la noche; (también) roban y destruyen. Cuando los indígenas ocuparon la isla de Alcatraz, fue (un acto de) protesta», ejemplificó.

«Ocupar significa apoderarse de un espacio, y pienso que un grupo de anticapitalistas que se apoderan del espacio en Wall Street es poderoso, pero deseo que el movimiento de la ciudad de Nueva York cambie su nombre a ‘descoloniza Wall Street’ para tomar en cuenta la historia y las críticas indígenas, a la gente (que no es blanca) y al imperialismo», agregó.

Esta tierra es nuestra !!

lunes, diciembre 5th, 2011

Fuente : http://fraukedecoodt.wordpress.com/2011/11/29/esta-tierra-es-nuestra/

Una historia de robo de tierra a través de violencia y leyes

“Esta tierra es nuestra, no del Estado, es nuestra como pueblos indígenas”, fue lo que dijo Lorena Sánchez, una indígena de 20 años, cuando el 3 de mayo de 2011 se presentó en Tzalbal un ingeniero del Fondo de Tierras. El funcionario de esta institución estatal, que supuestamente facilita el acceso a la tierra, había acudido a este municipio del noroeste de Guatemala para decir a sus habitantes que la tierra en la que vivían desde siempre era un “Bien de la Nación”.

Tzalbal es una micro-región que abarca 14 comunidades. Localizada en las estribaciones de la sierra de los Cuchumatanes, Tzalbal se ubica en el municipio de Nebaj, en el departamento del Quiché. Aquí, y en los municipios vecinos de Cotzal y Chajul, vive el pueblo originario ixil. Sus habitantes no sabían que su tierra había sido nacionalizada en 1984, un secreto oculto durante 28 años. Ahora están indignados.

El genocidio de la población maya-ixil

Durante los 36 años de guerra contra-insurgente en Guatemala, y especialmente entre los años 1978 y 1983, cerca del 98% de las 7.000 personas que fueron asesinadas en esta región pertenecían al pueblo ixil. El Ejército arrasó su territorio: al menos el 70% de sus comunidades fueron destruidas. La mayoría de la población huyo a las montañas, muchos murieron de hambre, frío y de distintas enfermedades.

La región ixil fue una de las regiones más afectadas de un conflicto que alcanzó en Guatemala dimensiones de un genocidio. Según las investigaciones de la Iglesia Católica guatemalteca (Nunca Más) y de la ONU (Memoria del Silencio) el Estado fue responsable del 93% de las atrocidades y de 626 masacres. Hasta 1996 más de 200.000 personas fueron asesinadas o desaparecidas. De ellas más del 83% pertenecía a pueblos indígenas. El 12% de la población fue desplazado.

Una población desplazada de sus tierras

No se puede entender el genocidio sin tomar en cuenta el factor de la tierra. Los habitantes de Tzalbal comprenden muy bien esta íntima relación entre tierra y conflicto.

Patricio Rodriguez, un hombre de 66 años con la sabiduría de los años escrita en su cara, explica el origen de la situación actual: “Durante muchos años quemaron nuestras casas, mataron nuestros animales, robaron y cortaron nuestras milpas [huertos de maíz, el alimento básico de los mayas]. Mataron a tanta gente que nos desplazamos a las montañas para salvar nuestras vidas. El ejército entonces pensó que era tierra abandonada, baldía. Pero abandonamos nuestras tierras por causa de la represión”.

Gregorio, el responsable del agua potable de Tzalbal, ofrece su versión: “Ahora nos estamos dando cuenta de lo que nos robaron en el conflicto armado. Y para legalizar el robo hicieron un ley”. La desigual distribución de la tierra es una de las principales causas de la pobreza en Guatemala y del conflicto armado. Según el censo de 1964, el 62% de la tierra estaba en manos del 2% de los propietarios mientras el 87% de los campesinos carecía de tierra suficiente para sobrevivir.

Una asamblea para informar al pueblo

Si se superpone la sucesión de decretos-leyes sobre la tenencia de la tierra emitidos por los gobiernos militares y la violencia que arrasó la región resulta más sencillo entender cómo el Estado se apropió de las tierras indígenas. También para los comunitarios se volvió todo más claro cuando empezaron a investigar su propio caso.

Una vez que el ingeniero de Fondo de Tierras abandonó el municipio, el joven alcalde indígena de Tzalbal, Ronaldo Gutiérrez, citó a los representantes de las demás comunidades del sector de Tzalbal. Con la chaqueta típica de los ixiles, rojo bordado con rizos negros y simples, explica cómo se empezó a investigar qué había pasado con sus tierras. Para el 6 de octubre organizaron una asamblea general para informar a toda la comunidad.

La sala comunitaria, con un mural que recordaba las atrocidades del conflicto, se llenó con música de marimbas. Unos 700 ixiles vinieron de Tzalbal y las 13 aldeas cercanas. La mayoría de los hombres llevaban su gorro de paja, algunos su chaqueta tradicional. También llegaron muchas mujeres, todas con sus blusas bordadas o huipiles y trajes rojos. Las mujeres mayores estaban peinadas con trenzas coloradas.

Los leyes de la guerra

El licenciado Ramón Cadena, de la Comisión Internacional de Juristas, es una de los personas que ayudó en la investigación del caso de Tzalbal. En la asamblea, Cadena explica que la raíz de este conflicto es el Decreto Nº 60-70. Esta ley, aprobada en 1970 por el general Osorio, declara de Interés Público y Urgencia Nacional el establecimiento de Zonas de Desarrollo Agraria en varios municipios de los departamentos norteños del país.

Este “interés publico” era el establecimiento del gran proyecto de la Franja Transversal del Norte, convirtiendo en grandes terratenientes a un grupo de generales y sus aliados. Junto con los siguientes Planes Nacionales de Desarrollo de 1971 hasta 1982, estos proyectos buscaban promover la producción y exportación de petróleo, minerales, energía eléctrica, monocultivos y maderas preciosas en el norte del país. No parece casualidad que en los departamentos calificados de “interés publico” fuera donde se produjeron la mayor cantidad de masacres.

Un relator informa en la asamblea que “estos acuerdos establecieron las bases para la usurpación de la tierra y los recursos naturales de los pueblos indígenas. También establecieron la raíz de la guerra de los años ’80 desatada por el ejército en contra de los pueblos de Guatemala”. Las leyes indican que hubo un interés económico previo en algunos territorios que después resultaron los más afectados por la violencia. La represión del Estado se emprendió paralelamente a los “Planes de Desarrollo”.

Otro decreto que signó el destino de Tzalbal es el Nº 134-83, emitido en 1983 por el presidente de facto Mejía Victores. Con esta ley el ejército reordena formalmente el territorio ixil para el establecimiento de las Aldeas Modelo, y legaliza el expolio de tierra.

Como muchas otras aldeas Tzalbal, se convirtió en un Aldea Modelo o Polo de Desarrollo, comunidades militarmente controlables. Las personas que no huyeron a las montañas o que volvieron porque no soportaron la vida en las montañas fueron asentados en estas Aldeas Modelo. Muchos habitantes las llamaron “campos de concentración”.

En las Aldeas Modelo también se desarrollaron las Patrullas de Autodefensa Civil (PAC), estructuras civiles militarizadas que implantó el ejército. En 1985 más de un millón de hombres colaboraban con el ejército. Negarse a participar en las PAC convertía a un indígena en sospechoso de colaborar con la guerrilla.

Como lo estipulo la ley Nº 134-83, las PAC de Tzalbal fueron obligados a medir la tierra en 1983, tal como cuenta un hombre en la asamblea. Explica en lengua ixil cómo el ejército les prometió tierras si acudían a medir las parcelas, pero fueron engañados. Los habitantes de la Aldea Modelo tuvieron que medir la tierra para que pudiera ser nacionalizada.

El licenciado Ramón Cadena relata que el día 11 de mayo de 1984 el Estado desmembró el titulo original de 1903 y alrededor de 1.495 hectáreas de Tzalbal pasaron a la propiedad del Estado. En un comunicado aprobado al final de la asamblea, las comunidades demandaron que se reinstale su derecho constitucional a poseer la tierra.

La historia se repite, la historia continua

Después tantos proyectos de desarrollo, leyes de desarrollo y polos de desarrollo resulta fácil entender por qué la población indígena de Guatemala sospeche de cualquier iniciativa que apele al “desarrollo”. La mina de oro Marlin en San Marcos dice traer desarrollo, al igual que la cementera en San Juan Sacatepéquez. Las comunidades de estos territorios han entendido que estos proyectos traen más beneficios a sus propietarios que a la población local.

Los decretos emitidos durante la guerra siguen vigentes. Otras leyes se suman a la lista abriendo nuevos territorios o fortaleciendo el control sobre las tierras ya usurpadas. Éste es el caso de la ley de alianzas publicas-privadas que habla de “interés publico” y legaliza el desalojo por ese motivo. Bajo el “Plan de Desarrollo” avanza la Franja Transversal del Norte, añadiendo el Peten y el litoral pacífico. Los desalojos continúan, como el del año pasado en Polochic, que afectó a cientos de familias.

La distribución desigual de la tierra continúa en Guatemala. Según el último censo de 2003 casi el 80% de la tierra productiva permanece en manos de menos de 8% de la población. Mientras tanto, el 45% no tiene tierra suficiente para sobrevivir. No sorprende entonces que la mitad de la población viva en la pobreza y el 17% en la extrema pobreza.

Hasta las mismas personas permanecen en el poder. “Fue Tito el que estaba enseñando a los ejércitos, fue el jefe o el comandante según dicen”, explica Lorena, la joven de 20 años, con una voz baja y preocupada. En la memoria colectiva de las comunidades permanece el recuerdo del militar que comandó el ejercito en Nebaj, Quiché, durante 1982 y 1983. Tito era el pseudónimo que utilizaba nada más y nada menos que Otto Pérez Molina, el candidato presidencial que ganó las elecciones del 6 noviembre de 2011 y el próximo presidente de Guatemala. Un aldeano recuerda que “fue él el que nos obligó a medir la tierra, él estaba al mando cuando nos robaron la tierra”. También el miedo sigue. Si uno habla de Otto Pérez lo hace de forma anónima.

Pero también los mismos pueblos indígenas siguen ahí, luchando por las mismas tierras. “Nosotros tenemos recursos naturales que defender, como pueblos indígenas tenemos derecho a defender nuestros aguas, nuestros bosques, los ríos”, afirma Lorena. “Que las empresas multinacionales regresen a sus tierras con sus trabajos y planes que han hecho o que piensan hacer”, dice Patricio Rodríguez, un hombre de edad avanzada.

Todos unidos: ¡la lucha sigue!

Tzalbal es la primera aldea que descubre que su tierra fue nacionalizada durante la guerra. También es la primera que denuncia públicamente este robo y que demanda que sus tierras sean devueltas sin condiciones. El caso de Tzalbal es ilustrativo del conflicto en Guatemala, un conflicto que tiene la tierra como telón de fondo. Los métodos usados para adquirir la tierra en Tzalbal también resultan familiares. El pueblo originario de Tzabal parece ser protagonista involuntario de un drama que siempre parece repetirse en Guatemala. Un drama de 500 años en el que los invasores, sean españoles, militares o “gobiernos representativos”, roban la tierra de los pueblos indígenas a través de leyes y violencia.

Pero también la lucha de las comunidades sigue. En la asamblea comunitaria se repetían palabras como “preocupación”, “robo” o “capitalismo”. Pero más que nada la sala comunitaria gozaba de una convicción combativa. Unidos todos los presentes gritaron: “No queremos otro patrón!”, “Que se devuelvan nuestras tierras”.

Preguntando cómo piensan recuperar sus tierras Patricio Rodríguez responde: “Con la unión, con manifestaciones, por medio de organizaciones nacionales e internacionales que velan sobre el derecho del pueblo. Vamos a ganar nuestras tierras otra vez. Poco a poco, paso a paso”.

Gregorio, el hombre responsable del agua potable, agrega: “Todos unidos y todos juntos vamos a ir al Congreso, a los ministros, hasta que nos tomen en cuenta. Como ellos hicieron un robo a la comunidad tienen que devolver nuestro terreno, sin condiciones, a nombre de la comunidad. Porque es cierto que la tierra es de nuestros antepasados, de nuestros grandes abuelos que han pasado, ellos nos lo han dejado a nosotros porque somos sus hijos”.
Por razones de seguridad los nombres de los entrevistados en Tzalbal fueron cambiados.

Alioto Lokos – Sobre la faz de la tierra (2010)

domingo, noviembre 13th, 2011

 Rap duro salido del asentamiento Mario Alioto López Sánchez, Villa Nueva

«De boca en boca, la noticia corrió durante varios días a lo largo de todo Villanueva, uno de los municipios más poblados del departamento de Guatemala. Se trataba de una cuestión un tanto delicada. Se decía que varios vecinos habían conseguido organizarse y lo tenían decidido: ocuparían un terreno que, siendo una propiedad del Gobierno de Guatemala, fue predispuesto como espacio habitacional, pero nunca había cumplido esa función. Los líderes de esta operación incluso tenían un mapa de la planificación urbana que se tenía prevista para el área, contaban con el consenso de varios sectores, y habían estudiado la mejor forma de repartirse el lugar entre al menos 2 mil familias. Era 1995, cuando, el 15 de octubre, un número considerable de personas se congregó acompañado de láminas, algunas tablas y otros utensilios para formar el asentamiento con el nombre de Mario Alioto López, un estudiante de Derecho en la Universidad de San Carlos de Guatemala que durante una protesta de 1994 murió a causa de una bala.    

Aquella mañana de hace 15 años, entre toda esa multitud de personas, también iban dos hermanos, Ekis Ekis y Plenno. Uno tenía 14 años y el otro, apenas 13, cuando su padre, un zapatero emigrante de El Salvador, los hizo partícipes de la concurrida ocupación. Encontraron un lugar y se instalaron.    

“No había ningún tipo de servicios. Nada. Era lidiar con la noche y con el frío bajo una pequeña champa de nailon. Lo relevante, sin embargo, era que todos los vecinos sabíamos quién era Mario Alioto, lo que significa que nuestra colonia tuviera ese nombre”, cuentan detrás de sus sobrenombres Ekis Ekis y Pleno, los  MC (maestros de ceremonia), a cargo de Alioto Lokos, uno de los grupos más representativos del Hip-Hop guatemalteco. De hecho, ambos pertenecen a la primera generación que dio origen y forma al Hip-Hop que surgió durante los años 90 en el país, desde aquel asentamiento que incluso les ha definido un nombre. “El asentamiento Mario Alioto es un territorio ocupado. Se le considera el segundo más grande de toda Latinoamérica”, dicen los hermanos.   

Ellos cuentan que crear coherencia para esta escena musical, han sido necesarios varios años de aprendizaje, de mucho “trabajo empírico”, sobre todo. «

Fragmento de entrevista realizada por

Oswaldo Hernández

ohernandez@siglo21.com.gt

 

01. Amanecer
02. Mi sektor
03. Dime que no
04. 09:00 a.m.
05. Bien tumbao
06. Plan maestro
07. Mikros, Letras, Trukos, Tretas
08. 12:00 p.m.
09. Medio día
10. Dime que no (RMX)
11. Alioto Lokos
12. Una más
13. Toke y rola
14. Sobre la faz de la tierra
15. 05:00 p.m.
16. Nacerán miles
17. Que pasó
18. Anochecer

Descargar / Download : http://www.mediafire.com/?gs4rwo4445zt2z0